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Debate en la escuela de arquitectura

Del urbanismo 'marciano', al que conecta con la gente

La Escuela técnica superior de arquitectura de València (Etsav) debate sobre dos diseños de ciudad sugeridos por la "ciudadanía empoderada" frente "a propuestas oficiales que no resuelven necesidades"

Del urbanismo 'marciano', al que conecta con la gente

¿Otro urbanismo es posible? En la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de València (Etsav) de la Universitat Politècnica de València (UPV) tienen claro que sí. Y que se puede y debe potenciar, fomentar y debatir sobre el urbanismo que se aplica a las ciudades para combatir ese otro «urbanismo marciano que conecta poco con las personas, el carácter estraterrestre del urbanismo oficial», asegura la jefa de departamento de la asignatura de historia, Carmen Jordá, catedrática del Departamento de Composión Arquitectónica de la UPV.

Por eso la subdirección de cultura de la Etsav y la asignatura de historia de la arquitectura 2 han organizado un debate sobre dos diseños de ciudad que «salen directamente de la participación espontánea de la ciudadanía empoderada y que dan respuesta a necesidades de los barrios donde se ubican que las propuestas oficiales no han sabido resolver adecuadamente. Y lo hacen con un nivel técnico destacado que, además, sorprende por la juventud de las personas que han realizado esos trabajos, destaca Carmel Gradolí, profesor.

Los dos diseños de ciudad desgranados en la Etsav son las alegaciones presentadas por Diego y Jaime al Plan del Cabanyal, bautizado como la «Via verde del Cabanyal» y la propuesta de desclasificación del PAI de Benimaclet que reivindica Cuidem Benimaclet. Dos propuestas contracorriente de las expectativas previstas para ambos barrios y con un denominador común: las personas son el leitmotiv de sus sugerencias para el nuevo modelo de ciudad, de barrio que defienden.

La Vía verde del Cabanyal es propuesta de «solución del urbanismo en verde, que mantiene la edificabilidad del PEC pero con una configuración nueva», según explicaron Diego y Jaime a los asistentes al debate de la ETSAV. La inspiración para su propuesta la encontraron en la historia del barrio. «Es un paseo por las antiguas vías del trenet que en 1858 partía el barrio y que en el PEC original era un carril bici puro y duro» pero los autores, «en lugar de ignorar esa línea, la interpretamos como un espacio de circulación. Que sea la zona verde quien articule la edificación y no al revés».

Los autores de la vía verde del Cabanyal defienden que esta propuesta «enlazaría el barrio con la dársena, daría calidad de vida al barrio, las zonas deportivas se mantendrían, porque los vecinos no se fían de que desaparezcan». La propuesta también pasa por poner en valor las villas modernistas de la zona (y las que se derribaron que hacían de esta zona una especie de Habana Vieja).

La vía verde del Cabanyal se presentó en un taller de alegaciones «que no han sido contestadas». Pero «todos los políticos han mostrado su apoyo a la propuesta» que también es del agrado de los arquitectos que redactaron el PEC. Diego y Jaime también alertan de «la mano negra que ejerce Aumsa (Actuaciones urbanísticas municipales SA) en todo esto, porque cambian los gobiernos, pero los gestores siguen siendo los mismos».

Un urbanismo inteligible

Cuidem Benimaclet nace en septiembre de 2018 para reividincar un futuro distinto para unos terrenos abandonados a su suerte durante años, hasta que los vecinos decidieron recuperarlos a partir de 2010. Cuidem Benimaclet son «gente del barrio con inquietudes por el urbanismo» que se activa «al ver que se volvía a revitalizar el PAI». En sólo diez meses han logrado hacer diez formaciones para hacer inteligible el lenguaje urbanístico y administrativo «que parece hecho para alejarlo de la ciudadanía y para que no se entienda».

Frente a la propuesta de intervención urbanística «verde» en el Cabanyal, Cuidem Benimaclet propone la no intervención urbanística. «Desclasificar los terrenos que aparecen como suelo urbanizable programado desde 1988» pero que nunca se ha ejecutado. Sólo la ronda norte, que atraviesa campos de huerta aún fértiles, se ha ejecutado como una arteria para comunicar el norte y el este de la ciudad. Las huertas que recaen al interior de la ciudad permanecieron degradadas durante años, hasta que los vecinos decidieron recuperarlas.

«Planteamos la desclasificación de los terrenos, porque el urbanismo ha de ser en pro del interés general». Porque se trata de «consolidar las ciudades y regenerarlas, más que urbanizar suelo fértil» unas máximas incluidas en las leyes urbanísticas de los últimos años «que no se aplican a nivel práctico como sucede en el PAI de Benimaclet y en el de la Font de Sant Lluís».

Los representantes de Cuidem Benimaclet Paula y Adrià, también se muestran muy críticos con la intención de crear 1.345 viviendas en Benimaclet que está saturado de viviendas vacías y sufre ya un exceso de población. Al barrio le hace falta un centro de día, una escoleta y un centro de atención para mayores, no más viviendas. Los terrenos del PAI que llevan 31 años sin urbanizarse han sido ahora ocupados por pequeños propietarios de los terrenos y vecinos del barrio que quieren que sobreviva el uso agrícola de los terrenos.

Los dos jóvenes ven factible esta reversión urbanística en Benimaclet. «No ha habido patrimonialización ni transferencia del suelo por parte de Urbem o Metrovacesa, que sólo tiene las expectativas de negocio». Las disputas entre las empresas y el ayuntamiento, que han acabado en los tribunales, también han dejado «un vacío de poder porque no hay agente urbanizador, hay un vacío en cuanto a potestad para urbanizar el suelo».

Cuidem Benimaclet también defiende la prevalencia agrícola por el carácter agrícola del terreno. «Se trata de una unidad de paisaje que linda con la huerta de Vera y la de Alboraia» que habría que respetar. «Y abandonar el modelo de ciudad de los años sesenta. ¿Cuál es el coste de urbanizar y hormigonar el territorio? ¿Hay necesidad de seguir creciendo? ¿Hasta cuando vamos a consentirlo?

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