El mismo día que cumplen la mayoría de edad, los jóvenes migrantes que llegaron solos a la ciudad de València se ven obligados a abandonar los centros de la Generalitat, pese a que en la mayoría de las ocasiones aún no se ha regularizado su situación, no conocen el idioma, no tienen un contrato de trabajo o ni tan siquiera gozan de una alternativa habitacional digna más allá de las calles de València o alguna vivienda vacía que logran okupar entre varios. No obstante, el nuevo Plan de Juventud 2019-2023 del Ayuntamiento de València, heredado del exconcejal del área, Roberto Jaramillo, y que presentará la concejala socialista Maite Ibáñez en septiembre con un presupuesto de 777.304,91 euros, incluye una decena de acciones (de los casi 190 puntos del proyecto) relacionadas justamente con los jóvenes inmigrantes de la ciudad. Así, la concejalía prevé impulsar un programa de orientación sociolaboral a los recién llegados, tengan (o no) regularizada su situación. Un plan «ambicioso» y «transversal» que colaborará con las organizaciones sociales de barrio para difundir proyectos de formación en los Centros Municipales de Juventud (CMJ) destinados a jóvenes que están en situación irregular o de vulnerabilidad.

Justamente porque muchas veces se ven obligados a abandonar los centros de acogida de la Generalitat antes de haber aprendido el idioma, la Concejalía de Juventud extenderá el programa de cursos de español a los barrios con mayor población inmigrante. También prevé la creación de espacios de encuentro intercultural en los centros de juventud donde se realicen debates y excursiones por la ciudad para fomentar su integración.

En muchas ocasiones, al haber sido expulsados de los centros autonómicos antes siquiera de que se haya tramitado la documentación que regulariza su estancia, los jóvenes inmigrantes se exponen a un posible ingreso en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Zapadores sin conocer cuáles son sus derechos. Es por ello que el Plan incluye, en colaboración con el Centro de Atención al Inmigrante (CAI) y las entidades de acogida de la ciudad, la implantación de un programa de asesoramiento en asilo y derechos en los CMJ destinado a la juventud en situación irregular.

Paliativos al abandono

Ibáñez, también responsable del área de Cooperación, muestra así su satisfacción al ver incluidas en el Plan medidas que atañen directamente a la población migrante y que pueden favorecer su integración social en la ciudad, así como por poner paliativos desde la administración local ante la sensación de abandono que sufren estos jóvenes el mismo día que cumplen la mayoría de edad. Y es que Ibáñez advierte de la importancia de no olvidar nunca a los jóvenes migrantes cuando se subraya la importancia de la juventud en la sociedad en un día como hoy, en el que se conmemora el 20 aniversario del Día Internacional de la Juventud.

Precisamente la vicepresidenta del Consell y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, destacó ayer como «ejemplo» la gestión de las organizaciones dirigidas por gente joven: «Son el ejemplo más claro de que son ellos los defensores más activos de la educación inclusiva y accesible».