Las playas libres de humo, y de colillas, empiezan a ganar espacio en el litoral español. La limitación a fumar en la arena, o en la orilla del mar, gana adeptos por salud y por cuestiones medioambientales. De ahí que el Ayuntamiento de València, en concreto la concejalía que ahora dirige Giuseppe Grezzi (Compromís), se haya planteado, aunque ya de cara a la próxima campaña estival, introducir medidas al respecto. Así lo apuntaba hace unas semanas el edil, al tomar el relevo de su compañera Pilar Soriano al frente de Contaminación Acústica y Playas.

«Tenemos que ver qué están haciendo en otras ciudades porque las colillas son un foco de contaminación importante en el litoral y hay que preservar algo que es un símbolo de esta ciudad», señalaba entonces Grezzi, refiriéndose a las playas de València, con unos veinte kilómetros de extensión. Recordaba, además, que aunque ahora se reparten bolsas para la recogida de los restos de pitillos, habrá que ir hacia otro tipo de iniciativas que vayan más allá de la concienciación personal.

Lo cierto es que la bandera de las playas sin humo la ha tomado en la Comunitat Valenciana el Ayuntamiento de Orpesa, con una iniciativa divulgativa que no acarreará sanción, de momento, en la cala del Retor. Además de promocionar los hábitos saludables, el objetivo es el respeto medioambiental.

Hartos de la suciedad

Los bañistas y usuarios de las playas de la capital del Túria y la gran mayoría de los entrevistados se muestran a favor de que se implante en València esta medida de «playas sin humo», y principalmente, según coinciden todos ellos -fumadores y no fumadores- sin colillas. De hecho, es precisamente la suciedad que queda en la arena en forma de cigarrillos y la contaminación que eso comporta lo que más les preocupa.

«Una colilla tarda años en degradarse y aunque apetece fumar después de darte un baño, si la gente no es cuidadosa con el mar es casi mejor que lo prohíban» confiesa Miguel, fumador a favor de limitaciones. «Se fuma antes de entrar en la arena, en el paseo y ya está, no veo el problema», apunta Rosa Requena. «Entiendo a la gente que no fuma, el humo molesta mucho, y ya no te digo el que se te pone al lado con un puro, por eso veo bien que se prohíba», argumenta Juan Antonio, también fumador.

Y aunque la mayoría de fumadores no ve inconvenientes a la prohibición que se plantea ahora en muchos consistorios costeros, entre ellos el de València, los hay también reacios a algún tipo de cortapisa. «Si es la ley habrá que cumplirla, como ya ocurre en los restaurantes y otros locales», añade Rolando mientras se enciende un cigarrillo. Otros como Andrea consideran que dicha prohibición limita sus libertades en un espacio al aire libre. «Aquí no molesto a nadie, no lo veo lógico, la verdad me fastidiaría mucho que tuviera que moverme a otra zona de la playa para tener que fumar», reconoce esta joven valenciana tumbada a varios metros de distancia de las sombrillas del resto de bañistas, por lo que, según insiste, «el humo de su cigarro no hace mal a nadie».

Pero sin lugar a dudas, los que mejor han acogido la propuesta de «playas sin humo» para la próxima campaña estival son las familias que acuden a la Malva-rosa junto a sus hijos. «Venimos de Madrid con los niños y sería fenomenal que el año que viene repitiéramos pero ya sin nadie al lado fumando», explica Leonardo, a la vez que relata cómo en ocasiones se han tenido que levantar e irse con la sombrilla a otra parte porque había algún «desconsiderado» al lado fumando y echando el humo a los pequeños.

Hasta que se concrete una regulación, los fumadores que acuden a la playa abogan para que la gente sea más limpia a la hora de tirar las colillas. «No cuesta nada llevarse un cenicero de casa y luego recogerlo todo antes de irte», remarca Alicia. O que se faciliten recipientes para poder tirarlas, como ya ocurre en la playa de Pinedo, donde se les da a los fumadores unos cucuruchos con tapa para la ceniza.

La futura prohibición en alguna de las playas de València contaría con el respaldo al menos del Partido Popular. La concejala Marta Torrado anunciaba el sábado pasado que impulsarán una moción en la Comisión de Ecología Urbana y Emergencia Climática para que se ponga en marcha la iniciativa «Playas sin humo» para algunos de los enclaves costeros de la ciudad, Eso sí, sin imponer ningún tipo de sanción, «con el objetivo de concienciar a la ciudadanía sobre los efectos adversos de fumar en la playa y de tirar las colillas en la arena».