El Ayuntamiento de València aplazará las sanciones a los vendedores de los mercados festivos del entorno del Mercado Central -también llamado de la Plaza Redonda por su origen- y del Rastro de los domingos hasta después de verano porque «ahora solo se está advirtiendo de lo que se puede vender y de lo que no en los diferentes puestos». «Los oficiales municipales dan información sobre la nueva ordenanza y ponen avisos a aquellos vendedores que la están incumpliendo», aseguraban ayer a Levante-EMV fuentes municipales.

El pasado domingo, los Oficiales de Control de Mercado del consistorio ya inspeccionaron el tipo de género que se vendía, informaron a sus propietarios de los productos que se pueden comerciar y solo dieron avisos por incumplir la nueva ordenanza.

Son más de 80 familias las que colocan sus paradas cada domingo junto a la Lonja y el Mercado Central pero, desde hace dos semanas, se han visto sometidos a una nueva ordenanza que argumenta que «en los mercados periódicos festivos se efectúa la venta de objetos usados, artísticos o de colección».

Sellos y artículos de lance

Es decir, aquellos objetos que se pueden vender son artículos de colección como libros de lance, sellos, monedas, cromos, álbumes, música de ediciones descatalogadas, partituras, carteles, estampas y similares. Es decir, la nueva regulación prohibe la venta de ropa, calzado, bicicletas y bisutería. Asimismo, las antigüedades que se pueden venden son objetos usados, siempre que hayan sido adecuadamente restaurados, y objetos de colección. Esta nueva norma renovó el texto de 2004, aprobado por el Partido Popular, y fijó los mecanismos para la obtención de licencias y la organización de las paradas de este tipo de venta en el mercadillo tradicional.