El Servicio de Actividades del Ayuntamiento de València, que depende de la concejalía de Espai Públic, ha ordenado el cese de la actividad en un nuevo local situado en la Gran Vía Germanías 21, en el barrio de Russafa, después de la que la inspección municipal detectara deficiencias en el recinto, que no cumple la ley de accesibilidad ni cuenta con la autorización adecuada para hacer uso de la cocina.

Se trata de un nuevo local en Russafa que en su interior dispone de nueve espacios gastronómicos diferenciados, aunque conectados entre sí. Se trata, según explican en su web, del «primer Street Food Market de València, de espíritu callejero y estética inspirada en los mercados de Londres, Nueva York, Amsterdam o Berlín». El espacio abrió al público el pasado 19 de octubre de 2018 con una declaración responsable de apertura para el ejercicio de la actividad de cafetería.

Sin embargo, una denuncia vecinal por contaminación acústica, ya que no habían tramitado aún la declaración responsable para contar con ambientación musical, propició una inspección del técnico municipal que en su informe del 7 de febrero de 2019 detectó que los dos accesos a la actividad «no cumplen con la definición de itinerario accesible» que prevé la ley, ya que existen varios escalones para acceder al local desde la calle.

En junio la mercantil solicitó la legalización de la cocina existente, y a mediados de julio el Comité de Representantes de Personas con Discapacidad de la Comunitat Valenciana (CERMI) interpuso otra denuncia ante el Ayuntamiento de València por la falta de accesibilidad del establecimiento.

Así pues, y tras analizar toda la documentación, el Servicio de Actividades del Ayuntamiento de València emitió un informe desfavorable sobre la actividad del local en el que explica que la declaración responsable que presentó la mercantil se basó en un certificado favorable de un Organismo de Certificación Administrativa (OCA) que contenía errores, puesto que no se comprobó si el establecimiento cumplía la ley en materia de accesibilidad. También se informa que la empresa hostelera debería haber solicitado una autorización previa al consistorio para el uso de una cocina con una potencia de 50 Kw, cosa que tramitó con posterioridad a su apertura al público.

El Servicio de Actividades ha declarado extinguida la declaración responsable de apertura que presentó la mercantil propietaria del local y ordenó el viernes el cese de actividad, comunicándolo a la Policía Local para que velara por el cumplimiento de la resolución y procediera, si se diera el caso, a precintar las instalaciones. No ha hecho falta, pues el pasado viernes la empresa propietaria anunciaba en redes sociales que se cerraban por vacaciones y aprovechaban «para hacer obras y mejorar nuestro servicio».

Otro local clausurado

La Policía Local de València, según ha podido saber este periódico, recibió también el viernes otra orden de cierre del Servicio de Actividades, que dirige la concejala Lucía Beamud. En este caso a los agentes se les notificó que debían velar por el cese de actividad de una cervecería ubicada en la Gran Vía Germanías 29.