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Normativa

La nueva zona verde de aparcamiento podría implantarse antes de final de año

Ciutat Vella será el primer distrito de la ciudad que contará con esta reserva de estacionamiento exclusiva para residentes - La dificultad para aparcar de vecinos y autorizados propicia que unas 520 plazas dejen de tener un uso mixto en meses

La actual zona naranja del centro histórico pasará a ser verde, es decir, de uso exclusivo para residentes. germán caballero

El Ayuntamiento de València baraja desarrollar la primera zona verde de estacionamiento antes de final de año. Tal y como prevé la nueva Ordenanza de Movilidad, Ciutat Vella sería el primer distrito donde se implantaría este aparcamiento en superficie exclusivo para residentes dentro de la primera Área de Prioridad Residencial (APR) del «cap i casal». Hay que recordar que en la actualidad las plazas reguladas son de color naranja, es decir, de uso mixto, ya que pueden estacionar sus vehículos tanto personas censadas del barrio como aquellas que no lo están. Fuentes de la concejalía de Mobilitat Sostenible no ofrecen una fecha concreta para la puesta en marcha de esta nueva zona verde, aunque trabajan para implementarla antes de final de 2019.

La nueva zona verde de Ciutat Vella se corresponderá a las actuales plazas naranjas, unas 560 pintadas, principalmente, en los barrios del Carme, El Pilar y la Seu-Xerea. El cambio de color afectará a los no residentes, puesto que ya no podrán hacer uso de ellas, después de años de quejas de los vecinos que estaban empadronados en las calles habilitadas.

En la actualidad una persona no residente puede hacer uso de las plazas naranjas un máximo de 2 horas por 3,30 euros, mientras que los vecinos y comerciantes autorizados pagan un máximo de 2,8o euros por siete días consecutivos. Sin embargo, el problema es que esta regulación solo está en vigor de lunes a sábado de 9 a 14 horas y de 16 a 20 horas. El resto del tiempo la zona se convierte de libre acceso, provocando grandes dificultades de aparcamiento a los residentes.

Técnicamente el cambio de zona naranja a verde es relativamente sencillo, ya que la empresa que gestiona este estacionamiento regulado ORA, Dornier, cuenta con un registro de todos los residentes de Ciutat Vella, así como de comerciantes que hacen uso de la misma. Un cambio de pintura y una nueva identificación servirían para poner en marcha la nueva zona verde. En cuanto a los precios, a la espera de licitar un nuevo contrato de la ORA, serían en principio los mismos que están vigentes en la actualidad.

Es probable que la nueva zona verde entre en servicio, incluso, antes de que se licite el nuevo contrato de la ORA, ya que el proceso es complejo y podría alargarse en el tiempo. El actual servicio que gestiona Dornier se encuentra desde hace unos años prorrogado, pero la intención del Ayuntamiento de València es sacar un concurso nuevo para finales de este año o 2020. Entre otras cuestiones, ha de adaptarse a la nueva ordenanza de movilidad y también a modos de transporte como los coches compartidos sin base fija, que podrían usar la zona del estacionamiento regulado a cambio de una contraprestación anual; también los coches de emisiones cero, como los eléctricos, que quedarían exentos del pago de la ORA.

La puesta en servicio de la nueva zona verde está en consonancia con la creación del Área de Prioridad Residencial de Ciutat Vella. La principal característica es que el APR contará con un servicio de control de acceso con cámaras, que reconocerán las matrículas de los vehículos censados en los diferentes barrios autorizados. Se quiere proteger del tráfico oportunista al centro histórico de la ciudad. El servicio de videovigilancia ya está instalado desde hace meses y en pruebas, y la previsión del concejal Giuseppe Grezzi es que se pusieran en servicio antes de final de año después de una gran campaña informativa y una buena base de datos con todos los vehículos autorizados. Con todo, el edil ya advirtió de que no se activarían hasta que el servicio de movilidad contara con todos los informes pertinentes, una trabajo minucioso que podría retrasar las expectativas iniciales.

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