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"Lo que se está construyendo en Malilla es una monstruosidad y no hay previstas nuevas dotaciones"

El presidente de la Asociación de Vecinos del barrio, Alfonso Cortés, echa en falta centros sanitarios, colegios y transportes públicos para atender a las miles de familias que llegarán a la zona

Viviendas en construcción a lo largo del Bulevar Sur de València. Germán Caballero

La masiva construcción de viviendas en el barrio de Malilla, en el entorno del hospital La Fe, es una oportunidad para dinamizar la zona pero también un problema para los residentes si no se construyen las dotaciones públicas necesarias para atender a las miles de familias que se trasladarán a vivir allí en los próximos años. Así lo ve el presidente de la Asociación de Vecinos de Malilla, Alfonso Cortés, que califica de «monstruosidad» lo que se está construyendo en el barrio sin que haya previsiones por parte de las administraciones de crear dotaciones públicas para atender a los futuros residentes.

Como ha venido relatando este periódico, el Bulevar Sur y muy especialmente la zona de Malilla y Quatre Carreres, concentran gran parte de la nueva construcción de València. En el mismo barrio de Malilla hay al menos una decena de fincas en construcción y al otro lado de bulevar, detrás de la Fe, se trabaja ya en la creación de una macrourbanización con 1.300 viviendas y una amplia pastilla de suelo terciario para centros comerciales, centros sanitarios o deportivos.

Se trata, sin embargo, de una de las zonas con menos transportes públicos, particularmente de metro, y de dotaciones púbicas, lo que significa que a medio plazo, con la ocupación de los edificios en construcción, la situación puede agravarse.

Nada para el «Manhattan»

«No han previsto, que nosotros sepamos, absolutamente nada de infraestructuras para el Manhattan de Malilla. Son miles de viviendas y nadie sabe nada de colegios, transportes, vías de comunicación...», dice Cortés, quien ve un problema añadido en la coordinación de las administraciones públicas y asegura que el ayuntamiento «pasa absolutamente de todo».

El dirigente vecinal recuerda que han pedido «mil veces» una de las alquerías rehabilitadas para actividades del barrio «y nada». Y se muestra indignado cuando habla del centro de salud, que «lleva pendiente de ejecución desde el año 2015 y no hay manera de que salga adelante» pese a la saturación del actual.

En este sentido, Cortés precisa que las empresas urbanizadoras tiene la obligación de dejar suelo para dotaciones públicas, pero advierte de que son las administraciones las que tienen que construir, por ejemplo, los colegios.

Respecto a los transportes públicos, el presidente de la Asociación de Vecinos de Malilla recuerda que las líneas de la EMT se ampliaron cuando se construyó la nueva Fe, pero asegura que los vecinos del barrio tienen un deficiente servicio de autobuses (la parada los deja lejos) para ir al hospital Peset, que es el que les corresponde. Y del metro recuerda que se habló de crear un «ramal» hasta allí que luego no se ha ejecutado.

«Imagino que habrán pensado en algo, pero aunque sea así, con lo que se retrasa toda en esta ciudad, nos tememos que habrá muchos problemas», declaró Alfonso Cortés a modo de resumen.

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