La portavoz del Grupo Municipal Popular, María José Català, lamentó ayer que el Gobierno del Rialto esté preparando «una importante subida de impuestos» porque «han disparado el gasto corriente en el Ayuntamiento y porque los presupuestos de los últimos años han estado mal programados y pésimamente ejecutado». En concreto, Català ha rechazado rotundamente que el ayuntamiento pueda llevar adelante una revisión del Impuestos de Bienes Inmuebles (IBI) con subidas que podrían oscilar entre el 3% y el 10%. «No es momento de subir ni un solo impuesto a los valencianos, porque todos los indicadores dicen que la economía se está ralentizando de manera alarmante y que es urgente reducir al máximo la presión fiscal para no ahogar a los contribuyentes».

Català se pronunció en estos términos después de que el concejal de Hacienda, Ramón Vilar, hiciera unas declaraciones en «El Mundo» en las que anunciaba que pedirá una revisión del catastro, que no se ha actualizado desde hace veinte años y ha quedado desfasado.

Según la portavoz popular, después de la subida del IBI que afectó a más de 5.000 comercios y despachos profesionales que aprobó el anterior gobierno de la Nau en 2016, el Ayuntamiento incrementó la recaudación por este impuesto en 10 millones. Por ello, considera «injustificado que ahora se pretenda llevar adelante una revisión del valor catastral que daría lugar a una subida generalizada del IBI a todos los valencianos».

Una de las causas que están abocando al gobierno municipal a planificar una subida de impuestos es, a su juicio, «la mala planificación y ejecución de los presupuestos de los últimos cuatro años. «Con los mayores presupuestos de inversiones de la historia, es una contrariedad que nos encontremos en València con graves problemas en el mantenimiento de los equipamientos públicos de los barrios, con instalaciones deportivas deterioradas, con centros de mayores y sociales pendientes de reformas, con un transporte público de autobuses con líneas desfasadas y lentas, con jardines sin cuidar, y con servicios públicos con carencias para atender las necesidades vecinales».

«Detrás de los continuos anuncios y amenazas de subidas de impuestos y tasas que está haciendo el acalde y su concejal de Hacienda, se esconde un afán recaudatorio desmedido y una voluntad política de tapar que el Ayuntamiento no está pudiendo hacer frente al gasto corriente del mantenimiento de infraestructuras básicas para el funcionamiento de la ciudad como es la red de saneamiento y colectores», finalizó.