Los «kitesurfers» reclamaron ayer nuevos espacios para navegar, más allá de los 250 metros del canal del Perellonet, y reivindicaron su labor ecológica mientras disfrutan de este deporte extremo, tras la polémica práctica en la marjal de Rafalell i Vistabella, situada entre Alboraia, la Pobla de Farnals y València.
«Cada vez que hago 'kitesurf', saco tres bolsas llenas de plásticos vertidos al mar y los reciclo», aseguró a Levante-EMV David Vidal, vecino de Picanya. «Si sumara todos los días que hago 'kitesurf' en un año saldrían cuatro meses seguidos encima de la tabla», explicó este deportista valenciano que cambió los palos de esquiar por la tabla para navegar.
Asimismo, el hecho de subirse encima del «kite» y deslizarse por el mar gracias al viento del Norte -llamado de levante- también tiene una labor ecológica. El propio Vidal recordó que, durante los días que ha salido a navegar, se ha encontrado desde una manguera de bombero, una bombilla de barco y hasta una bombona de butano de una embarcación: «Falta educación y civismo porque la gente solo piensa en bañarse y descuida la playa», aclaró.
Los mejores meses para practicar «kitesurf» son los que van desde octubre a marzo, una época en la que «las playas están más descuidadas y sucias. Su estampa es desoladora porque no hay mantenimiento y podemos recoger centenares de plásticos en un día», argumentó el deportista de Picanya.
En ese sentido, Pedro Villanueva, presidente de la Asociación de Deportes de Desplazamiento de València y biólogo, dejó claro que «los 'kitesurfers' somos los primeros que queremos mantener la fauna y la flora del ecosistema marino porque hacemos deporte en ella y la utilizamos muchos días seguidos en un año». Por ello, la organización que preside Villanueva propuso al ayuntamiento que el edificio del barco en la playa de Morro de Gos (Escuela de Estibadores) fuera un punto de información para ayudar a mantener el medio ambiente de las playas como las plantas dunares o el chorlitejo patinegro y otro canal para practicar este deporte extremo, además del permitido en el Perellonet. «Esta zona es fundamental para practicar este deporte porque es la única permitida en València a pesar de que tiene un pecio en el medio y solo nos quedan 120 metros para navegar», expresó. Otro punto interesante para practicar «kitesurf», según el propio Villanueva, sería la playa Rafalell i Vistabella «porque tiene poco público».
Finalmente, el deportista de Picanya, David Vidal, expuso la importancia de tener una amplia zona para navegar: «Más de 30 cometas no caben en el Perellonet y si se enganchan dos pueden chocar y sufrir graves consecuencias como cortes con los hilos de nailon o roturas de rodillas».
