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Las amenazas paralizan la lucha antidroga de una ONG del Cabanyal

Zero Incívics empezó a operar este verano para sacar a la luz los problemas de convivencia

«Narcosala» del Cabanyal denunciada por Zero Incívics. z. i.

La plataforma Zero Incívics ha suspendido temporalmente sus acciones de denuncia en el barrio del Cabanyal tras las graves amenazas presuntamente recibidas por algunos integrantes del colectivo surgido este verano para poner en evidencia los problemas de convivencia, venta de droga, degradación urbanística y suciedad que se dan en el barrio.

El colectivo, que se ha constituido como grupo de trabajo dentro de la Asociación de Vecinos del Cabanyal, tiene previsto reunirse esta semana para tomar medidas antes las amenazas graves que están recibiendo algunos miembros del grupo, que podrían haber sido incluso agredidos.

La tensión en el barrio ha aumentado a raíz de las denuncias y exposición a través de las redes sociales de los problemas de ocupación ilegal de viviendas, la venta de drogas y suciedad, entre otros. Zero Incívics surgió en junio pasado como nuevo referente vecinal tras la disolución del histórico colectivo Salvem El Cabanyal integrándose como grupo de trabajo en la Asociación de Vecinos del Cabanyal, cuya directiva está también en proceso de renovación.

Salvem el Cabanyal ha sido durante varias décadas la aglutinadora de las denuncias, protestas y de las luchas ciudadanas contra la degradación de este barrio marinero que el proyecto, ya abandonado, de la ampliación de Blasco Ibáñez contribuyó a crear y agudizar.

Zero Incívics remitió el pasado mes de julio una carta al alcalde de València, Joan Ribó, solicitando una reunión para analizar las medidas urgentes que deben aplicar las distintas concejalías para solventar los problemas del barrio, que cuatro años después de la derogación del plan del Cabanyal del PP siguen sin resolverse. Los responsables de Zero Incívics, que ayer no quisieron hacer valoraciones, destacaban entonces los problemas del barrio por las conductas incívicas, suciedad, reyertas, robos, acoso sexual explícito especialmente en la zona cero a jóvenes tanto del barrio como de otras partes de la ciudad, así como a turistas que pasean o van en bicicleta por esa zona, además de ofrecerles todo tipo de estupefacientes, incluso se da la circunstancia que a veces ocurre muy cerca de un vehículo de la Policía Local».

Los vecinos reclaman, en todo caso, mayor presencia policial en el barrio.

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