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Urbanismo

Arranca la reurbanización de la calle símbolo de la destrucción del Cabanyal

El conocido como bulevar San Pedro tendrá aceras más anchas, arbolado y mobiliario urbano

Panorámica del tramo comprendido entre San Pedro y las calles Sol y Lavadero, donde se actuará. g.m.

Las obras de reurbanización de la histórica calle San Pedro del Cabanyal arrancaron ayer con un plazo de ejecución de tres meses. La calle más antigua y degradada del barrio debido a la presencia de solares abandonados, fruto de los derribos impulsados por el Gobierno del PP para la apertura de Blasco Ibáñez y el bulevar San Pedro (ambos proyectos derogados por el nuevo gobierno local) estrenará aceras más anchas y arbolado (20 ejemplares) en enero próximo. La intervención, que supondrá la primera inyección económica en la reurbanización y mejora estética propiamente dicha de la conflictiva zona cero del barrio contempla la ampliación de aceras, la creación de una plataforma única, la colocación de mobiliario urbano y arbolado (hasta ahora inexistente).

Así lo explicó ayer la concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, quien destacó el compromiso con la recuperación y revitalización del espacio público del Cabanyal-Canyamelar.

La reurbanización de la calle San Pedro, con un presupuesto de 450.000 euros, se ejecutará en el tramo entre las calles Llavador y Columbretes (en esta solo se reurbanizará el espacio entre san Pedro y Luis Despuig) y se actuará también en la calle Sol.

Todas las vías, además de ser de un solo sentido de circulación, cuentan con alumbrado público y mobiliario urbano y en ninguna de ellas había hasta ahora arbolado. La calle San Pedro tiene un ancho máximo de 6,80 metros, con una acera cuya amplitud oscila entre los 2,20 y los 0,60 metros, y una calzada entre 5 y 5,50 metros. La acera izquierda de esta calle en el sentido de la circulación se ensanchará en dos metros (a costa de reducir el ancho de la calzada que se quedará con tres metros de anchura), mientras que la acera derecha tendrá un ancho variable en función del tramo, dado que se prevé habilitar alcorques para arbolado cada ocho metros. Ambas serán pavimentadas con adoquín de hormigón de acabado granítico. La reurbanización permitirá generar una plataforma única en la calle que perderá las plazas de aparcamiento actuales.

El resto de calles que se reurbanizarán tienen una anchura entre los 4,3 y los 8 metros.

La concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, recalcó ayer el compromiso del Govern del Rialto con el Cabanyal. «Continuamos cumpliendo el compromiso con el barrio de El Cabanyal, reurbanizando una de las zonas más degradadas por el proyecto de prolongación de Blasco Ibáñez.

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