Más del 93% de los vendedores del Mercado Central votaron ayer a favor de mantener la gestión propia del recinto, tal como vienen haciendo desde el año 1986. En 2016, el actual gobierno municipal le dio tres años para renegociar la concesión, y a punto de finalizar ese plazo los vendedores lamentan que la Concejalía de Comercio quiera recuperar la gestión directa del recinto, una probabilidad que ellos consideran muy negativa para sus negocios y para la propia supervivencia del mercado más emblemático de la ciudad. Fuentes municipales explican, sin embargo, que la nueva ley les obliga a municipalizar la gestión, aunque desde la Concejalía de Comercio están dispuestos a darles «todo el nivel de autogobierno posible dentro de la ley» y están convencidos de que habrá un acuerdo de aquí a final de año. La próxima semana, de hecho, se retomarán las negociaciones.

Fue el 12 de noviembre de 1986 cuando los vendedores aprobaron el convenio para su autogestión. Según dicen, ese convenio «inició su vigencia el 1 de enero de 1987 por un periodo inicial de diez años, susceptible de sucesivas y tácitas prórrogas hasta 50 años de duración máxima, conforme a los términos de concesión y normativa legal vigente, habiendo prorrogado por dos periodos decenales sucesivos».

Pero en diciembre de 2016, a pocos días de la fecha de conclusión del periodo de prórroga decenal iniciado el 1 de enero de 2007, el nuevo equipo de gobierno comunicó a los vendedores la imposibilidad legal de prorrogar el convenio 10 años más y les ofreció su renovación por un periodo de un año, prorrogable hasta tres, durante los cuales se redactarían las nuevas bases para regular la gestión del Mercado Central.

Esa situación, sin embargo, no se ha resuelto y los vendedores han pedido un año más de prórroga que no ha sido admitido, por lo que los vendedores han presentado un recurso aún pendiente de resolución. Y entre tanto, quieren que se negocie un nuevo convenio que satisfaga a las dos partes.

Precisamente la consulta realizada ayer entre los vendedores tenía como fin que eligieran el tipo de gestión que quieren, bien de ellos mismos como hasta ahora o bien volver a la gestión municipal. La directiva era partidaria de la autogestión y ayer los vendedores le dieron su apoyo mayoritario, con el 93% de los votos.

En su opinión, devolver ahora la gestión al consistorio tendría «un importante impacto negativo sobre los clientes». Así, «servicios que se han ido implantando gradualmente, como el de entrega a domicilio, la consigna frigorífica, la compra on line, la sala de lactancia, la limpieza, desinfección y desinsectación tanto en zonas comunes como en puestos de venta, las facilidades de aparcamiento, la atención al cliente, la información a través de megafonía o la seguridad 24 horas? peligrarían si los propios vendedores dejaran de gestionar el Mercado Central».

Fuentes de la Concejalía de Comercio, sin embargo, no lo ven así. Aseguran que la vuelta a la gestión municipal es una obligación de la nueva ley, tal como han informado a los servicios jurídicos municipales de los vendedores, y que su idea es concederles «el mayor grado de autogobierno posible».

Es más, la próxima semana se retomarán las negociaciones y no contemplan otro escenario que llegar a un acuerdo antes de final de año. En su opinión, no hay que tener miedo a la gestión municipal. «Servicios como los que ellos dicen funcionan también en otros mercados municipales», afirman.