El Ayuntamiento de València prepara una subida generalizada de impuestos para el año 2020, rompiendo así una secuencia de congelación impositiva que duraba ya diez años. La Junta de Gobierno que se celebrará hoy dará el visto bueno, previsiblemente, a una subida del Impuesto de Actividades Económicas (IAE), así como una ligera revisión del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO). Pero además, el concejal de Hacienda, Ramón Vilar, prepara una subida generalizada del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de alrededor del 3%. Su idea es que el Ayuntamiento de València ingrese el próximo año entre 18 y 19 millones de euros más por la vía impositiva.
Dos son los motivos que esgrime el ayuntamiento para subir el IAE el próximo ejercicio. El primero es el «incremento en el gasto público que viene produciéndose en los últimos años», que no se ha visto compensado con una subida de impuestos y que ha situado a València entre las grandes ciudades españolas con la carga impositiva más baja.
El segundo tiene que ver con el «orden político o social», que es una cuestión que cada consistorio puede manejar de manera discrecional según sus propio programa de gobierno.
Con esos parámetros, la subida del Impuesto de Actividades Económicas prevista por el consistorio se aplicará en las cinco zonas en que está dividida la ciudad, subiendo hasta el 3,8 el coeficiente para la zona «extra», que es la zona centro y las grandes vías. Se trata del máximo previsto por la ley. El resto de zonas, de la 1 a la 4, suben hasta el 3,25, 2,50, 1,20 y 0,70 respectivamente. En total, esta subida permitirá al ayuntamiento incrementar la recaudación por IAE en alrededor de 3 millones de euros.
La Junta de Gobierno de hoy también aprobará una revisión del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), cuyo «módulo básico de ejecución de la edificación» pasa de 586 euros a 605 (+3,2%). Se revisan, eso sí, las múltiples exenciones que hay en este medio de recaudación.
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Y para las próximas semanas se prepara una subida de los otros dos impuestos más importantes de la ciudad, que son el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y el impuesto de vehículos de tracción mecánica.
Según explicó ayer Ramón Vilar, la idea del consistorio es aceptar la subida del IBI a la que obliga el Gobierno cada año y no compensarla con una bajada del índice que aplica el ayuntamiento, como se ha venido haciendo desde hace años para que el impuesto permanezca invariable. Eso se traduce en una subida real del IBI que rondará el 3%, dijo el concejal.
Por lo que se refiere al impuesto de vehículos, la idea es seguir penalizando a los coches de mayor cilindrada, consumo y emisiones contaminantes, y bonificando a aquellos que resulten más sostenibles desde el punto de vista ecológico, explicó Vilar.
En total, con esta subida generalizada de impuestos, el Ayuntamiento de València prevé incrementar sus ingresos en 18 o 19 millones de euros, cantidad que se trasladará a los presupuestos municipales de 2020.
Tasa de alcantarillado
Es más, la semana que viene es posible que se anuncie también una revisión de la tasa de alcantarillado, lo que repercutirá en el recibo del agua probablemente en forma de subida.
El concejal de Hacienda recordó que los impuestos de la ciudad de València llevan congelados desde el año 2010, es decir, desde hace una década, mientras que el gasto público del consistorio se ha incrementado notablemente en estos años, sobre todo en la última legislatura, ya con los nuevos gobiernos de coalición de izquierdas.
