Las obras para la futura ampliación de la V-21 continúan y, como ayer alertaban desde la Asociación Per l'Horta, en unos días podría llevarse a cabo el derribo de uno de los edificios más emblemáticos de la zona afectada como es el Forn de Barraca. Ayer, alrededor de 250 personas participaron en la «abraçada a l'horta afectada per la V-21» convocada por esta asociación ecologista y que contó con el apoyo de varias entidades como las asociaciones vecinales de Benimaclet, Alboraia, PortSaplaya o Cuidem Benimaclet. Desde que se tuvo conocimiento de este proyecto, Per l'Horta ha convocado varias caminatas, concentraciones y manifestaciones en su contra, pero la de ayer sonaba a despedida, aunque ellos preferían tildarla de «homenaje a la huerta»

Su portavoz, Josep Gavaldà, expresaba su frustración a Levante-EMV y aseguraba que cuando se lleve a cabo el derribo del mencionado Forn, que podría ser en los próximos días «esto supondrá un símbolo de la inoperancia del Govern del Botànic para hacer un cambio de políticas».

Él incidía en que, incluso ahora, con el proyecto ya avanzado, se podría paralizar si «realmente hubiera una intención real de hacerlo» porque «así lo prevé la ley de Contratos del Sector Público». Pero lamentaba que «las instituciones valencianas, gobernadas por Compromís y el PSOE, han heredado este proyecto del PP y no han tenido el valor, las ganas o la inteligencia de pararlo». Y calificaba, de todavía más grave, que un exconcejal del ayuntamiento como José Luis Ábalos, ahora ministro de Fomento, tampoco haya sido sensible a esta situación que, a su entender «no servirá para nada, en unos años tendremos congestiones de tres carriles en vez de dos, pero aquí nadie asumirá responsabilidades porque en España no hay una ley de depuración de responsabilidades políticas».

No obstante, en el camino «se habrán malgastado miles de millones de dinero público, se habrá destruido la huerta y se habrá aumentado la contaminación en la ciudad de València».