Un camión grúa que circulaba por la CV-500 a la altura del Saler derribó ayer al mediodía la pasarela peatonal que comunica la población con el puerto del Saler y que discurre sobre la vía. El conductor no se percató de que el gálibo del vehículo pesado era superior al del puente de hormigón y la caseta prefabricada del servicio de la Concejalía de Playas que transportaba colisionó con la estructura. La pasarela, de hecho, no cuenta con una señalización previa del gálibo, solo existe una pequeña indicación pintada en el mismo puente que, al parecer, el conductor del camión no llegó a distinguir. El choque, ocurrido en torno a las 13.30 horas, fue de tal violencia que el camión arrastró varios metros la estructura. El tráfico rodado quedó cortado y hasta el lugar se desplazó un equipo de Bomberos para estudiar la seguridad de la zona.

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Un camión derriba la pasarela peatonal del Saler

Pese a que el accidente no provocó daños personales (aunque sí graves desperfectos en la pasarela, parte de la cual se desplomó sobre la calzada y el resto quedó sobre el camión), el vecindario del Saler aprovechó el incidente para insistir en la necesidad de instalar un paso de peatones regulado por un semáforo con pulsador a la altura del Port del Saler. Una reivindicación histórica encabezada tanto por la Asociación de Vecinos, como por la Casa de la Demanà, los usuarios y pescadores del embarcadero y la Alcaldía del Saler, quienes reclaman un «acceso digno» al pequeño puerto fluvial «extirpado» del pueblo al construirse la autopista en los años 60 del pasado siglo. En la actualidad, la pasarela ya derribada por el camión y construida en los años 70, es la que une el casco urbano con el puerto del Saler y la Marjal. La necesidad de instalar este semáforo fue una medida ya planteada en 2009, aunque paralizada hasta que en 2018 el Govern de la Nau volvió a plantear su instalación.

Una oportunidad para el Saler

Es por ello que la alcaldesa del Saler, Anna Batlle, ve en el incidente una oportunidad para retomar el proyecto. De hecho, tanto la Concejalía de Pobles, como la de Devesa, Dirección Territorial, así como la Conselleria de Obras Públicas han iniciado negociaciones para plantear una solución. El vicealcalde de València y concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo, reconoció ayer que este es el momento de llevar a cabo definitivamente la instalación de un acceso desde el pueblo a su puerto a nivel de suelo, lo cual, considera, ayudaría a calmar el tránsito que pasa al lado del pueblo del Saler.

Esta vía, pese a las reivindicaciones constantes del vecindario desde hace al menos un par de años, sigue sin contar con un radar que obligue a los conductores a cumplir con el límite de velocidad establecido. «Este es el momento adecuado para resolver definitivamente esta cuestión que ya lleva demasiados años postergada», indica Campillo, quien asegura que así lo transmitieron ayer a la Conselleria de Obras Públicas por teléfono.

«Es una demanda histórica que se debe atender sin demora y más ahora que ha perdido el único acceso que tenían los vecinos con su puerto», reconoce Campillo. Por el momento, Batlle reconoce la urgencia de crear un camino de paso regulado por la Guardia Civil o una señalización, para evitar el aislamiento de la población con el puerto fluvial y la Marjal en cuanto se ultime la instalación del semáforo, actuación valorada por la conselleria como prioritaria.

Del mismo modo lo considera Quique Dasí, presidente de la Casa de la Demanà. «Si después del derrumbe de la pasarela, se decantasen por reconstruirla, sería una locura», indica Dasí, quien asegura que «ni la gente mayor del pueblo, ni las personas con movilidad reducida pueden cruzar la vía», por lo que espera que la conselleria «sea finalmente consecuente» y devuelva al pueblo del Saler la naturaleza viva que tenían «a la puerta de casa» y les fue «arrebatada».