La Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de València dará el visto bueno el próximo lunes el nuevo reglamento de la Empresa Municipal de Transportes, al que sólo le quedará el refrendo del pleno municipal de la próxima semana. Es el resultado de más de un año de tramitación y aportaciones de la ciudadanía, los grupos políticos y diferentes asociaciones y entidades de la ciudad.

Entre las principales aportaciones del reglamento está la posibilidad de hacer peticiones de parada «a demanda». Con este cambio se quiere dar la posibilidad de que el autobús pueda parar en un lugar diferente a las paradas habituales por cuestiones de seguridad para las personas usuarias.

El reglamento es el marco que permitirá esas paradas y EMT tendrá que desarrollar una norma que regule el articulado. La idea es que se empiece con un proyecto piloto en las líneas nocturnas que son donde hay más demanda de este servicio y se puede actuar de manera más inmediata. Se trata de un sistema, ya instaurado en otras ciudades, que permite especialmente a las mujeres poder bajar del bus más cerca de los domicilios y reducir las posibilidades de ser acosadas o agredidas.

«Como está ampliamente demostrado, las mujeres somos las principales usuarias del transporte público y por tanto las primeras beneficiarias de cualquier mejora que se realice en el servicio» apuntó, en ese sentido, la concejala de Igualdad, Lucía Beamud, al respecto de una medida cuya importancia subraya por «demostrar la sensibilidad de la administración al valorar y atender una necesidad que percibimos especialmente las mujeres en determinadas situaciones». Otros temas que regula el reglamento son, por ejemplo, la prohibición de fumar en las paradas, un nuevo procedimiento sancionador o la regulación del acceso al autobús con silla de ruedas, bicicletas plegables, sillas de bebé, etcétera.

El concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, recordó que el reglamento actual de la EMT se aprobó en julio de 2005 y ha explicado que era necesaria su adaptación a la realidad actual de la empresa pública dado que «se ha quedado obsoleto».