Un de los vehículos más presentes en esta fira son las motos eléctricas, tanto en su versión de venta, como de alquiler, y también en los servicios de reparto con este tipo de vehículos y con otros no contaminantes.

Miembros del sector como Ernesto Martínez, de Soluciones Motorizadas S.L. explicaba que en su empresa llevan dos años vendiendo motocicletas eléctricas y que son asiduos a esta fira, aunque lamentaba que su presencia en ella no les repercute en ventas directas. Sobre la situación del sector, argumentaba que «las motos eléctricas tienen una evolución lenta, la gente tiene que cambiar aún la mentalidad y eso hará que se vendan más vehículos que no contaminen». En esta línea, también hablaba de la responsabilidad de las administraciones públicas: «Además de este tipo de eventos, hay que hacer otras cosas como dar más subvenciones y que estas lleguen no solo a las motos de 125cc sino también a las de 50cc, así como aumentar la publicidad institucional o la información para construir entre todos una ciudad más sostenible». Sobre el incremento de las motos de alquiler, decía que hay cierta contradicción porque, por una parte hace que la gente las pruebe y luego tal vez las quiera comprar, pero por otra limita la compra al poder servirse solo de estas motos de sharing. Finalmente, sobre los planes de cerrar el centro histórico a los vehículos de combustión, aseveraba que eso beneficiaría a empresas como la suya.

Lo mismo pensaba el portavoz de Motos Eléctricas València, Álvaro Lorca. Su empresa, además de vender vehículos sostenibles, se encarga del reparto por la ciudad con ellos y reconocía que «se está notando el incremento de la demanda», aunque también reconocía que «falta mucha información y más eventos como este».