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Las pedanías piden una revisión del Plan General para revitalizar sus poblaciones

Los pueblos quieren adaptar sus tramas urbanas a la realidad actual y que el PGOU contemple una mejora en los servicios e infraestructuras

La necesidad de adaptar la realidad actual de los Pobles de València al Plan General de Ordenación Urbana y los problemas con el tráfico son dos de los denominadores comunes de las quince pedanías administrativas de la ciudad. La concejala delegada, Lucía Beamud, ha iniciado este mes una serie de visitas a los diferentes núcleos ubicados en l'Horta y la Albufera, para recoger las principales inquietudes de los vecinos.

Si el Govern de la Nau puso a los pueblos en el mapa de la ciudad y en la agenda política, el Govern del Rialto pretende consolidar esta apuesta e intentar solucionar algunos de los problemas estructurales que sufren. «Lo que estoy comprobando es que muchos de los pueblos piden una planeamiento urbano acorde a la realidad actual», explica Lucía Beamud, que de momento ha recorrido Forn d'Alcedo, Castellar-l'Oliveral, Carpesa, Poble Nou y Massarrojos, mientras que tuvo que aplazar por el temporal su visita a El Saler, El Palmar y El Perellonet. Esta semana tiene previsto acudir Benimàmet y Beniferri.

El Plan General de Ordenación Urbana data de 1988 y aunque el Ayuntamiento de València se ha propuesto revisarlo pormenorizadamente y también en general, lo cierto es que lleva décadas funcionando con modificaciones puntuales. Las pedanías son las que menos han avanzado en esta materia, ya que sus núcleos urbanos se mantienen prácticamente inalterados. Muchos de los pueblos han sido víctimas de la «congelación» de su trama urbana, lo que ha propiciado pérdida de población -sobre todo en los más pequeños-, envejecimiento de la misma y falta de servicios y dotaciones municipales por un planteamiento de hace más de 30 años.

En algunos casos, como en Poble Nou, los diferentes colectivos de la pedanía no piden un gran crecimiento, sino la posibilidad de generar una nueva pequeña trama urbana que revitalice el núcleo. En otros casos, simplemente se quiere ordenar las pequeñas particularidades de cada territorio.

En todo caso, la solución es compleja pues cualquier modificación debe tener en cuenta la nueva Ley de l'Horta y el Plan Territorial aprobado la pasada legislatura. Desde los pueblos piden que las medidas de protección y preservación vengan acompañadas de otras de revitalización y mejora de los espacios urbanos y las condiciones de sus habitantes, y recuerdan que la huerta milenaria sobrevive gracias a la dedicación de quienes viven en ella.

La falta de dotaciones es otra de las grandes mermas de los pueblos. Por ejemplo, en Massarrojos existe una pastilla de 6.000 m2 destinada a un futuro instituto que, por población, nunca llegará a realizarse y porque tampoco cuenta con suficiente espacio, por lo que se pide repensar el uso e incrementar el número de edificios municipales, reducidos en la actualidad a la alcaldía.

El tráfico, problema común

El otro gran problema de muchos de los pueblos es el elevado tráfico que soportan. En los Pobles del Nord, muchos de los núcleos están afectados por el Camí de Moncada, con especial incidencia en Poble Nou. En Massarrojos en cambio es la carretera que conecta Moncada con Rocafort la que genera desde hace décadas grandes problemas de movilidad. Cuando Lucía Beamud visite El Saler le recordarán la histórica petición de conexión del puerto con el pueblo mediante un paso de peatones semaforizado, algo que, paradojas del destino, parece muy cerca después de que la semana pasada un camión arrancara la pasarela peatonal que cruza la CV-500. «En todo caso -explica la concejala- en cada pueblo la posible solución es diferente y no se puede aplicar una receta única, por lo que tendremos que estudiar caso por caso. En general señalan que el tráfico oportunista, aquel que usa ciertos itinerarios para acudir a otro destino, complica sus vidas», señala la edil de Compromís.

La mayoría de los recorridos que Lucía Beamud está realizando por los pueblos los hace con los alcaldes pedáneos actuales, aunque en algunos núcleos como Massarrojos también estuvo acompañada de representantes vecinales. «En todo caso, la idea es verme con todos los colectivos sociales de cada pueblo, ha sea ahora o más adelante», explica Beamud.

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