El alcalde de València, Joan Ribó, y el Arzobispo, Antonio Cañizares, han llegado a la conclusión conjunta de la conveniencia de trasladar la festividad de San Vicente Mártir a domingo, cosa que se materializará en cuanto se cumplan todos los trámites y se obtenga la venia de las autoridades eclesiásticas superiores.

De esta forma, la festividad, hasta ahora celebrada el 22 de enero, se trasladaría al domingo siguiente del mes de enero. Sería la misma modificación que, en su día, se hizo con la festividad de la Virgen de los Desamparados y, en época reciente, con el Corpus, trasladado de jueves a domingo.

Este cambio, con el que alcalde y arzobispo consideran que también ganaría presencia e importancia la festividad, dejaría libre una de las dos únicas fechas que puede señalar un ayuntamiento como "festivo local".

Teniendo en cuenta que una de ellas es fija San Vicente Ferrer (en segundo lunes posterior al Domingo de Resurrección), la otra sería de libre disposición, aunque la prioridad la tendrían las Fallas para poder enlazar más días libres (especialmente si el 18 no cae en fin de semana) tanto para los falleros que quieren disfrutar la fiesta como para los no falleros que quieren aprovechar salir de la ciudad. El 19 de marzo es fiesta decretada autonómica.

El traslado de San Vicente Mártir permitiría, además, que ese festivo local fuera "universal", puesto que el patrón de la ciudad sólo se celebra en València y tanto los vecinos de València que trabajan o los niños que estudian en lugares de trabajo y colegios fuera del término municipal tienen que seguir acudiendo.

Este cambio no podrá materializarse en 2020, pero, en función a la rapidez con que se realicen los trámites, podría ser en los años siguientes. En el encuentro entre el Cardenal Cañizares y el Alcalde Ribó les han acompañado el Obispo auxiliar de Valencia Arturo Ros y el concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset.