La jefa de Administración de la EMT de València, despedida de manera fulminante la semana pasada tras descubrirse un fraude de más de 4 millones de euros a la empresa municipal, habría cruzado varios correos con los estafadores y, además, habría mantenido varias conversaciones telefónicas con ellos. Así lo han afirmado a Levante-EMV fuentes de carácter municipal conocedoras de los detalles, que han asegurado que, al parecer, los estafadores habrían utilizado distorsionadores de voz en sus comunicaciones con la alta funcionaria, lo que añade aún más trama cinematográfica a la estafa multimillonaria a las arcas municipales valencianas.

Los autores del timo, de los que por el momento se desconoce la identidad y si están radicados en España o en cualquier otra parte del mundo, habrían vencido las resistencias de la jefa de Administración convenciéndola desde los primeros correos -el que enviaron suplantando burdamente la identidad del concejal de Movilidad Giuseppe Grezzi- de que se trataba de una operación financiera delicada y altamente «confidencial». Eso explicaría en parte la actitud achacada a la alta funcionaria de la EMT que, con 35 años de carrera profesional en esa entidad pública, está siendo investigada por, supuestamente, validar el pago de los 4 millones a una supuesta firma en China sin haber seguido los sistemas de control instaurados por el Govern de la Nau en 2015, inexistentes en la etapa anterior, según las fuentes antes citadas.

Ese filtro que garantiza la limpieza de cualquier gestión en la EMT consiste en que cualquier documento importante, y los de pago lo son, debe ir acompañado por la firma electrónica de los dos principales directivos del ente -al margen de Grezzi-, estos es, su gerente y su jefa de Gestión Financiera, algo que, según esas fuentes, no se respetó en absoluto en esta ocasión.

Y eso abre otra pregunta. ¿Por qué una alta funcionaria, con 35 años de experiencia profesional en esa empresa, responsable de sus dineros, habría aceptado una operación a todas luces sospechosa? De momento, no hay pruebas de que se trate de una práctica que se hubiese utilizado con anterioridad y, salvo que la investigada lo esgrima en su declaración, no es objeto de esta investigación policial, en principio y salvo que el juzgado al que le corresponda la causa así lo determine, auditar las finanzas de la EMT desde los tiempos del PP.

Mientras, la entidad bancaria que realizó los pagos, Caixabank, de la que la EMT de València es cliente desde hace años, mantiene que sus empleados se limitaron a obedecer las directrices de un cliente tras comprobar que los sucesivos documentos de pago cumplían con los requisitos habituales, pactados con los responsables de la empresa municipal.

Fue el banco quien alertó

Así, fuentes del banco han asegurado que las cartas de pago «procedían de la persona designada por la EMT y por el Ayuntamiento de València [en referencia a la jefa de Administración] y, además, venían con la firma mancomunada de las dos personas que firmaban los pagos», firmas que, según esas fuentes, «parece que fueron falsificadas», algo que aseguran no podían detectar. En todo caso, fue una llamada del propio banco al gerente de la EMT quien destapó, el lunes de la semana pasada por la tarde, el fraude, según fuentes conocedoras de esos detalles, lo que ha llevado a la entidad a afirmar que actuaron con la diligencia habitual.

Ayer el concejal de Movilidad de València y presidente de la EMT, Giuseppe Grezzi, afirmó que CaixaBank «no debería haber dado curso» a las transferencias que dieron lugar al fraude de 4.040.000 euros con destino a la cuenta de un banco en China. Grezzi manifestó a EFE-TV que la EMT y la entidad financiera tienen establecido un protocolo de actuación que exige la firma mancomunada electrónica de dos directivos, y CaixaBank «debería investigar qué ha pasado» pues se cursaron unos documentos de pago en formato PDF con las firmas falsificadas del director gerente, Josep Enric García Alemany, y de la responsable del área de Gestión, María Rayón. Sobre la suplantación de identidad, ha detallado que el primer correo que se recibió era de una cuenta que comenzaba con el nombre «ggiuseppe» antes de la arroba y el dominio, cuando el correo electrónico corporativo debería ser «ggrezzi @emt. es».

Denuncia en Hong Kong

La EMT de València también ha denunciado de forma telemática el supuesto fraude ante la Policía de Hong Kong para que siga el rastro del dinero. Grezzi ha dicho esperar una colaboración activa de «todos» para recuperar ese dinero. Para mañana miércoles está convocada una reunión del Consejo de Administración de la EMT en la que se dará cuenta de las acciones emprendidas por el supuesto fraude y se propondrá constituir una comisión de investigación para dar explicaciones sobre lo ocurrido.

Reacciones políticas al fraude en la EMT

El alcalde Joan Ribó declaró que no hay «ningún problema en informar. Se hará a través de una comisión en el Consejo de Administración». Pero la oposición «tiene que entender que estas cosas necesitan ciertas cautelas. No han pasado aún ni a los tribunales, están en fase policial», planteó.

Por su parte, el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, añadió que «tenemos que comprobar por qué se ha saltado ese protocolo de seguridad y cuáles son las implicaciones». «La investigación está abierta -remarcó- y tiene algunas vertientes que se deben resolver».

La vicealcaldesa de València Sandra Gómez declaró que es necesario constituir «una comisión de investigación en el seno de la EMT para que todos los grupos políticos puedan conocer toda la información».

El portavoz de Ciudadanos (Cs) Fernando Giner, ha exigido al alcalde que paralice los nombramientos de puestos directivos que planea aprobar el Consejo de administración extraordinario del miércoles.

Asimismo, María José Catalá (PP) anunció que el Grupo Popular pedirá un pleno extraordinario con tres puntos del orden del día: «comparecencia del alcalde, creación de una comisión de investigación e impulso de un informe de la intervención general del Ayuntamiento para que dictamine el procedimiento que debía haber seguido la EMT».