El proyecto presentado ayer por Rain Forest para dar uso a los solares anexos al Bioparc varía en relación al que se presentó a principios de año, consistente en un parque fluvial de aventuras centrado en las atracciones de agua, con rápidos y tirolinas. La propuesta de ayer, que se anuncia la definitiva, está más enfocada a los deportes de aventura, aunque también incluirá una zona de agua, con piscina de olas y zona de descanso.

El parque de aventuras inspirado en los paisajes de la jungla de Camboya, en concreto, en el conjunto de los templos de Angkor, es la última propuesta de uso para unas parcelas de ubicación estratégica de expansión urbana, entre Campanar y Mislata, sobre la que han puesto los ojos iniciativas empresariales de todo tipo, como un campo de prácticas de golf. Incluso el alcalde, Joan Ribó, cuando estaba en la oposición propuso hacer allí un camping urbano.

El Ayuntamiento de Valencia adjudicó en noviembre de 2001 a Rain Forest una parcela de 130.000 m2 para construiry explotar durante 50 años un nuevo zoo y un parque de atracciones al estilo de Port Aventura o Terra Mítica pero a menor escala.

Poco después irrumpió el Museo de la Fifa, de la mano de la Generalitat, que se desinfló por falta de financiación.

Rain Forest presentó en 2004 un proyecto básico para el parque de atracciones reconvirtiéndolo en una especie de parque acuático destinado al público familiar con una inversión de 22 millones de euros.

En noviembre de 2005, la concesionaria dió un nuevo giro al proyecto con un parque temático ambientado en China que tendría una zona de nieve artificial en la que habitarían osos panda, una propuesta también fallida. Los gestores del Bioparc, convertido en uno de los grandes atractivos de la ciudad, vuelven ahora sobre el proyecto del parque de aventuras.