Los responsables de Rain Forest, la empresa concesionaria de Bioparc València, presentaron ayer al alcalde, Joan Ribó, el proyecto básico del parque de aventuras que tienen previsto desarrollar en las dos grandes parcelas sin uso anexas al zoológico, con una inversión de 25 millones de euros. El proyecto, anunció ayer el presidente de Rain Forest España, José Maldonado, es «el definitivo» y podría estar listo en marzo de 2022. Para ello, Rain Forest pidió al alcalde que se agilicen los trámites burocráticos al máximo. El proyecto se expuso ayer a los responsables de los principales servicios afectados, desde el Ciclo del Agua, porque el parque tomará agua del acuífero de la ciudad pero también necesitará aportes de la red, hasta el de Actividades pasando por el de desarrollo urbano, que debe iniciar los trámites para ajustar los usos del terreno a la propuesta de la empresa concesionaria.

El alcalde, Joan Ribó, que durante su etapa en la oposición propuso construir un camping en las parcelas sin uso del Bioparc, valoró ayer la propuesta de Rain Forest de construir un parque de aventuras, con un diseño innovador inspirado en los templos de Angkor, en Camboya. En el recinto, que recreará un templo y donde se utilizarán materiales naturales (nada de cartón piedra) el público contará con varias atracciones, como una gran tirolina, y se podrá practicar barranquismo, rápel y escalada. Además, contará con una de descanso y relax con una piscina de olas.

Esta última versión del parque de ocio que Rain Forest debe construir en los terrenos municipales objeto de concesión hasta 2051 es, según Maldonado, la más viable y la que más encaja con la ciudad y con Bioparc. «Estamos convencidos», aseguró el responsable de Rain Forest.

El proyecto llega doce años después de la adjudicación de los terrenos municipales anexos al Parque de Cabecera a Rain Forest para la construción de un nuevo zoológico (tras la clausura del obsoleto zoo de Viveros), un parque de atracciones y un aparcamiento. Una vez consolidado el Bioparc, Rain Forest está en condiciones de afrontar la construcción del parque de aventuras y cuenta ya, afirmó ayer Maldonado, con la financiación de los bancos.

La construcción del parque, apuntó ayer Maldonado, «es una obligación nuestra, al margen de que ahora estamos convencidos del proyecto, y si no lo hacemos incumpliremos la concesión. De hecho, el anterior concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, ya sopesó la posibilidad de rescatar la concesión de las parcelas para darles uso ante los retrasos del adjudicatario en presentar el proyecto definitivo.

El parque, según explicaron ayer sus responsables, ocupará las dos parcelas adosadas a la gran plaza de entrada al Bioparc y estarán conectadas con una zona de servicio. Al margen del proyecto del parque de aventuras, una propuesta que ya se avanzó el pasado verano, Rain Forest tiene previsto rehabilitar el conjunto de alquerías del Pouet, incluidas en la concesión, y en estado ruinoso. Las alquerías, pertenencientes a la huerta de Campanar expropiada en su día para la construcción del Parque de Cabecera, se destinarán a usos complementarios pero independientes del parque y recuperarán los útiles dedicados a la cría de gusanos de seda que se conservan en la alquería.

El alcalde aseguró que la reunión de ayer «es un paso importante porque este proyecto es muy original y completa la oferta de ocio dirigida a gente joven y familias de la ciudad y permitirá además acabar el parque de Cabecera y el Bioparc».

La idea del parque de aventuras, dijo Maldonado, encaja con el Bioparc porque ofrecerá una visión más activa de la naturaleza, más enfocada a la diversión». «Cerramos el ciclo y aportamos a la ciudad un nuevo polo de atracción, lúdico y novedoso». Rain Forest no puede hace más por la ciudad», subrayó Maldonado.