La larga espera para la aprobación de las bases de la quinta edición de los Presupuestos Participativos del ayuntamiento de València acabó ayer y lo hizo con la constatación de que el presupuesto se congela. Es decir, será, un año más, de 8 millones de euros.
Las elecciones municipales de este año y las negociaciones para conformar el Govern del Rialto han retrasado algo más de cuatro meses una tramitación que en 2018, por ejemplo, se aprobó el 1 de junio.
La oposición ya había criticado en agosto este retraso, en voz de la edila popular María José Ferrer San Segundo. Ella también criticaba entonces que el porcentaje de propuestas en estado de «ejecutado» de DecidimVLC 2017-2018 era del 0 % Tal vez por ello ayer Campillo incidía en que «la aprobación de los proyectos no implica, obviamente, que sean ejecutados el mismo año, ya que en muchos casos se trata de iniciativas plurianuales de gran envergadura, que implican una inversión de varios millones de euros, y requieren su proceso de tramitación y desarrollo«.
Y añadía: «Hay que recordar esto, y evitar las críticas de quienes quieren hacer batalla política, porque lo sí hay es un compromiso total por parte del gobierno local de que todos los proyectos se ejecutarán, como ahora mismo se está empezando con los proyectos participativos de hace dos ediciones, a un ritmo completamente normal».
Como explicaba ayer el vicealcalde y portavoz municipal, Sergi Campillo, todavía queda tiempo material para que cumplir todos los pasos antes de fin de año. De hecho, la votación ciudadana está prevista entre los días 5 y 22 de diciembre.
Otra de las críticas recurrentes de la oposición ante este proyecto de presupuestos participativos es, paradójicamente, la escasa participación ciudadana en los mismos. Y también que en cada proyecto puede votar cualquier persona, sea o no del barrio o distrito al que afecta al mismo. Esto seguirá siendo así, más aún cuando Campillo argumentaba que los proyectos de este año no irán vinculados necesariamente a un barrio, sino que la idea es que sean aplicables a varias zonas de la ciudad o a toda ella. Lo que no significa que no se puedan presentar, votar y aprobar también proyectos concretos de una zona específica.
Acompañado por el concejal de hacienda, Ramón Vilar, debido a las vacaciones de la vicealcaldesa Sandra Gómez tras su boda del pasado sábado, Campillo presentaba los Presupuestos Participativos y los definía como «uno de los elementos más característicos de este Gobierno, que busca dar la voz a los ciudadanos, y que ya alcanza su quinta edición».
En esta convocatoria, el Ayuntamiento propondrá, de nuevo, proyectos, que se sumarán a los que plantee la ciudadanía para ser sometidos a votación entre los vecinos y vecinas. Cada persona podrá dar su apoyo hasta un máximo de 5 proyectos. Los presentados por el Ayuntamiento deberán recabar un mínimo de 200 votos para pasar a la fase de validación, mientras que los proyectos que propongan ciudadanos y ciudadanas deberán conseguir al menos 100 votos.
