Los correos electrónicos intercambiados por la jefa de administración de la EMT, ya despedida, y los autores de la estafa de 4 millones a la entidad, indican que el montante del fraude podría haber sido como mínimo de 11,4 millones de euros de no haberse detectado a tiempo. En uno de esos correos, una persona que utiliza un supuesto mail del concejal Giuseppe Grezzi informa a la trabajadora de la operación de compra de una empresa en China y le pide máxima confidencialidad, pues se trata de una gran OPA que se podría ver frustrada en caso de hacerse pública.

«Este asunto debe ser manejado únicamente por ti y en ningún caso quiero que lo hables con nadie hasta el anuncio oficial de la compra», decía uno de los correos, en los que también se advertía de la conveniencia de intercambiar información por esta vía para conseguir una «mejor trazabilidad». Es más, el supuesto concejal le informaba de que había firmado un contrato de confidencialidad con la consultora Deloitte, uno de cuyos abogados -falsos como el supuesto edil- le envió la clausula de confidencialidad para que la firmara también.

En otro de los correos enviados a Deloitte se cifra el montante de la operación y la trabajadora de la EMT habla de un «adelanto de 11.444.302 euros», lo que significa que el montante de la operación podría ser mayor.

Finalmente, se hicieron 8 transferencias por un importe de 4 millones de euros y la operación se descubrió cuando se iba a hacer una novena, lo que apuntala la idea de que el fraude podía haber sido mucho mayor. Los pagos se realizaron, al parecer, entre los días 3 y 20 de septiembre, aunque la operación se iba a anunciar, según la información cruzada, el mismo 18 de septiembre «con presencia de toda la junta directiva».

Responsable, la trabajadora

Precisamente ayer, la Empresa Municipal de Transportes (EMT) insistió en responsabilizar exclusivamente a la jefa de administración ya despedida de la estafa referida. Según la empresa, los controles de cuentas se hacen a diario, sin embargo «la jefa encargada del control de las operaciones de caja, de las facturas y órdenes de pago se saltó todos estos procedimientos, además de no custodiar datos sensibles de la empresa, proveyendo detalles de los DNI y de las firmas de sus superiores». En la misma línea, el vicealcalde Sergi Campillo aseguró que el informe de Telefónica descarta un ataque informático y resume el problema con estas palabras: «Ha habido un problema de una estafa que está circunscrita a la persona que fue sometida a esa estafa».

Cuando se cumplen ya dos semanas del despido de la jefa de administración de la EMT como presunta responsable de una estafa de cuatro millones a la Empresa Municipal de Transportes, los máximos responsables de la empresa y del ayuntamiento salieron ayer al paso de las acusaciones que pesan sobre sus dirigentes. Y lo hicieron para insistir en la culpabilidad exclusiva de la jefa de administración despedida, que se habría saltado todos los controles establecidos.

En este sentido, la EMT ha asegurado que supervisa diariamente los pagos de las facturas. La compañía «valida que los pagos se correspondan con las facturas aprobadas por cada jefe de área», dice, e insiste en que «en todo momento hay una persona encargada de realizar esta función».

«Este es el procedimiento habitual en EMT. En abril de 2016 se adoptaron medidas adicionales de vigilancia, que se sistematizaron en enero de 2017 por la actual gerencia, como unos de los elementos de control fundamental que no existían durante la etapa del PP», explicó la empresa, que añadió que «en ningún caso el o la empleada encargada de controlar diariamente la tesorería puede ordenar o realizar pagos o transferencias desde las cuentas de la EMT».

La compañía explica que «esos pagos se hacen mediante firma mancomunada del director gerente y la directora del área de gestión a través de la banca electrónica» y aseguró que «en el caso objeto del fraude, la jefa encargada del control de las operaciones de caja, de las facturas y órdenes de pago se saltó todos estos procedimientos, además de no custodiar datos sensibles de la empresa, proveyendo detalles de los DNI y de las firmas de sus superiores».

«Todo se hizo correctamente»

Por su lado, el vicealcalde de València, Sergi Campillo, aseguró que desde el ayuntamiento «no hay nada que esconder» y «todo se ha hecho correctamente». «Ha habido un problema de una estafa que está circunscrita a la persona que fue sometida a esa estafa», dijo en alusión a la trabajadora que efectuó los pagos del fraude.

Campillo reiteró que «fue el propio Giuseppe Grezzi, durante los últimos cuatro años quien introdujo todos los controles de doble firma electrónica para hacer los pagos» de la Empresa Municipal de Transportes. El problema, a su juicio, es que ha habido alguna persona «que se ha saltado ese protocolo», recordando, además, que «la persona que en principio se dejó estafar y que entró en esa operación fue despedida porque presuntamente rompió todos los protocolos de seguridad».

Campillo quiso también sacar a la luz el informe de Telefónica que dice que los sistemas informáticos de la EMT funcionan perfectamente y que «no ha habido ningún tipo de intromisión externa, ni de pago ni de nada». Así pues, entiende que «está clarísimo lo que ha pasado». «Es verdad que hemos sufrido una estafa. Seguramente una trabajadora no tuvo las precauciones adecuadas», insistió.