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Análisis

Una familia ahorra 876 euros al año bebiendo agua del grifo

El ayuntamiento realiza catas de agua por los mercados que constatan que siete de cada diez personas no distinguen la embotellada de la de la ciudad

Elisa Valía participa en la cata del mercado de Algirós. levante-emv

Una cata a ciegas de agua de València ha concluido que siete de cada diez personas no distingue el agua embotellada del agua del grifo, ya que la mayoría de participantes no ha sido capaz de distinguirla a pesar de reconocer que consume asiduamente agua embotellada.

La iniciativa, organizada por el Ayuntamiento de València, la Unión de Consumidores y Emivasa, se celebró ayer en el Mercado de Algirós para concienciar a la ciudadanía sobre la necesidad de reducir el consumo de agua embotellada. Y lo hace por dos motivos. El primero es el impacto sobre el medio ambiente que conlleva la utilización de plásticos de un solo uso. Y el segundo es que, según la Unión de Consumidores, una familia media puede ahorrar 876 euros al año consumiendo agua del grifo en vez de agua embotellada. Los nutricionistas recomiendan beber dos litros de agua diarios, por lo que una familia de cuatro miembros bebería 2.920 litros al año, que multiplicado por 0,30 euros el litro, da ese resultado.

En las últimas semanas se han realizado más de mil catas en los mercados municipales de València. De media, siete de cada diez personas no han sido capaces de distinguir en la prueba entre el agua embotellada y la de grifo, explicó la concejala del Ciclo Integral del Agua, Elisa Valía, que ayer participó en la cata del mercado de Algirós.

Con la cata se pretende «combatir la idea de que el agua del grifo tiene mal sabor y que no es apta para el consumo porque no es así». «El agua de grifo está perfectamente controlada, es saludable y en la práctica estas catas han demostrado que no resulta diferenciable», defendió Valía.

Bajo este prisma, el ayuntamiento cuenta con un plan «muy ambicioso» de mejora del sabor del agua a través de inversiones en las plantas de potabilización, como los ensayos piloto en la de Picassent, una de las que abastece a València».

Las pruebas han constatado la efectividad de la combinación de ozono (O3) y agua oxigenada (H2O2)en la mejora de la calidad del agua, especialmente en la eliminación de olores y sabores.

Paralelamente, las campañas de divulgación han llevado a cabo desde 2017 estudios de sabor y olor del agua en la red de distribución, con catas sobre más de mil muestras de agua en distintos puntos de la red. Este plan ha permitido obtener mapas de los sabores más relevantes detectados por los consumidores, con el objetivo de aplicar mejoras en el tratamiento.

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