El juzgado de Instrucción número 18 de València ha procesado al concejal de Cultura Festiva y portavoz de Compromís en el Ayuntamiento de València, Pere Fuset, por un presunto delito de homicidio causado por imprudencia grave y otro contra la seguridad de los trabajadores. El procesamiento de Fuset responde a la causa abierta por el juez tras el fallecimiento de un trabajador durante el montaje de las gradas de los conciertos de Viveros del año 2017, que tradicionalmente tienen lugar durante la Feria de Julio.

Según confirma la documentación a la que ha tenido acceso Levante-EMV, junto a Fuset también han sido procesados los promotores de los conciertos, así como las personas jurídicas que cada año organizan los conciertos de verano en el recinto de Viveros. Además, el juzgado señala en su resolución al Ayuntamiento de València como responsable subsidiario. La resolución no es firme y contra ella cabe recurso, tanto en el mismo juzgado como en apelación ante la Audiencia de València.

La decisión abre la puerta del juicio oral contra Fuset y complica su horizonte judicial. El concejal valencianista, señalado como uno de los posibles sucesores de Joan Ribó, había pedido el archivo de su imputación sin éxito. Ahora serán las partes personadas en la causa las que propongan penas y la solicitud de juicio, si es que procede.

El accidente

El trabajador que falleció durante el montaje de la gran novedad de la edición de 2017 de la Feria de Julio, unas gradas con capacidad para 950 personas que no se han vuelto a instalar en ninguna otra edición, tenía 47 años, estaba casado y con dos hijas. El atestado de la Policía Nacional incluido en la causa recoge que la víctima mortal cayó como un péndulo hacia abajo desde una altura superior a los tres metros con resultado de muerte cerebral. Falleció siete días después, el 4 de julio, en el Hospital La Fe.

El juez ha constatado que Fuset fue el último responsable del montaje de las gradas y que envió una carta a la entidad organizadora para que aceptaran la instalación en el recinto público que les había cedido y lo incluyeran en el plan de autoprotección. Todo se hizo de una manera acelerada y sin controles, según el juzgado. El montaje de las gradas carecía de estudio de seguridad y salud, siendo las medidas acordadas -la colocación del arnés en el mismo piso que se estaba montando-, «insuficientes e inútiles», pues el centro de gravedad del arnés y del punto de sujeción eran inferiores a la posición del trabajador. La empresa que montó esta instalación es Promociones Musicales Osuna, una mercantil que ya fue sancionada junto al ayuntamiento por la Inspección de Trabajo por estos hechos.

El juez ha tomado declaración en este procedimiento a 11 imputados -ahora, investigados-, tres testigos y dos peritos. Tras interrogarles y revisar diversa documentación, el juzgado ha concluido que no existía procedimiento alguno de evaluación de riesgos, una circunstancia que deriva en la presunta «participación criminal de Pere Fuset en la causación del fallecimiento imprudente» del trabajador. En concreto, el juzgado imputa estos hechos al concejal de Compromís por no haber exigido a la empresa contratada que aportara los análisis de seguridad.

En definitiva, relata el juzgado, existen en este momento procesal indicios racionales de que Fuset «personalmente, no a través de sus técnicos (...), exigió con una mínima antelación a la celebración, premura en el montaje» de unas gradas sin exigir que se cumplieran unas mínimas garantías de seguridad para los trabajadores. «Dicho respeto al procedimiento administrativo hubiera permitido constatar que la empresa encargada de la construcción carecía de los estudios de seguridad y salud exigidos, y por tanto no se hubiera procedido a afrontar dicho montaje de las gradas ni se hubiera producido dicho fallecimiento», explica el auto de manera contundente.