El director territorial de CaixaBank, Xicu Costa, se ha mostrado esta mañana esquivo ante las informaciones que sitúan a esta entidad financiera en el centro de la responsabilidad en el escándalo del fraude de 4 millones de euros en la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de València. Ahora bien, sí ha dejado claro, a preguntas de los informadores que han acudido a la inauguración de una megaoficina de CaixaBank en el centro de València, que el banco con sede en la ciudad no ha tomado medida disciplinaria alguna contra sus trabajadores.

Más allá de esta precisión, Costa se ha limitado a contestar que el ayuntamiento de València es "un cliente más", que no era cuestión de "hablar ahora de ese tema" y que no comentaba nada al respecto. Interpelado sobre si la acusación a CaixaBank podía ser un subterfugio para eludir responsabilidades el consistorio que dirige Joan Ribó, Costa respondió de la siguiente forma: "No tengo opinión al respecto".

Se da la circunstancia de que la inauguración oficial de la citada sucursal ubicada en la confluencia de la calle Barcas con la Plaza del Ayuntamiento está prevista para esta tarde de lunes y la entidad financiera ha asegurado que el alcalde Ribó estará presente.

Desde la EMT y el Ayuntamiento de València existe la creencia de que el banco tiene responsabilidad en el pago de los cuatro millones de euros a los estafadores de la empresa, ya que realizó ocho transferencias sin cumplir, según dicen, el protocolo fijado al respecto, es decir, la doble firma mancomunada y digital de la jefa de gestión y del gerente de la compañía.