La concejala de Espacio Público, Lucía Beamud, se reunió ayer con los representantes de Musicarte, el colectivo que aglutina a músicos y artistas callejeros que reclama un cambio en las ordenanzas para facilitar su actividad. La concejala les ha trasladado su intención de revisar las ordenanzas, en especial, la de contaminación acústica. Las negociaciones para flexibilizar la normativa que impide, entre otras cosas, usar amplificador y percusión en las calles, se iniciaron en la pasada legislatura pero no se llegó a un acuerdo.
Tal como informó este diario, la asociación de músicos callejeros de València (Musicarte Urbano) y el despacho de abogados El Rotgle promueven una revisión de la ordenanza municipal de Dominio Público para suavizar las restricciones que la actual normativa supone para el sector. La ordenanza de Domino Público en vigor, aprobada en 2014 con el gobierno del PP, prohíbe usar amplificador y tocar de 14 a 17 horas y después de las 22 horas, además de exigir un permiso municipal para actuar en la calle. Unas limitaciones que han cercenado la actividad de los músicos callejeros.
Musicarte denuncia desde hace tiempo la discriminación que sufren los músicos callejeros en València, que presume, dicen, de ser la «ciudad de la música». El colectivo entregó ayer a la concejala el informe jurídico y la encuesta realizada para sustanciar su petición de modificación normativa. Sus representantes valoraron ayer la sintonía con la nueva responsable de Vía Pública.
