La revisión pormenorizada de la ciudad consolidada, que corregirá los desequilibrios dotacionales de los barrios y mejorará la movilidad y conectividad, en base a una nueva organización territorial basada en 23 megabarrios o áreas funcionales impulsada en 2017 por el anterior concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, se eterniza. Mientras, aumentan las quejas en los barrios por los déficit y desajustes dotacionales y la dregradación urbanística que implica la existencia de solares vacíos y sin uso. Así lo advirtió el concejal de Ciudadanos, Narciso Estellés, en la Comisión de Desarrollo Urbano en la que solicitó información sobre los solares públicos y privados previstos para uso dotacional existentes en la ciudad. Solo en el inventario municipal se cuentan 230 solares destinados, en gran parte, a equipamientos uso dotacional. La lista aumenta con los edificios protegidos (muchos de ellos antiguas alquerías) pendientes de expropiar para el mismo fin por el ayuntamiento. Más de tres décadas después de que el PGOU de 1988 grafiase sobre el papel los solares destinados a dotaciones (colegios, centros de salud, bibliotecas o espacios deportivos) muchos de los solares siguen sin desarrollarse. Las necesidades en algunos casos ciertamente han cambiado y se han consolidado nuevos usos a los que ahora los vecinos no quieren renunciar. Este es el caso del solar de la plaza de San Miguel, cuyos vecinos han colgado pancartas en los balcones instand a Ribó a no edificar el solar. Una decisión totalmente contraria a la que se ha tomado en la calle Eixarcs donde, a instancias del promotor del PAI se generará una nueva plaza, que rompe con la trama histórica, y que supondrá una revalorización del entorno del futuro hotel previsto en este conjunto de palacios de origen medieval, ubicado al lado de los Santos Juanes y el Mercado Central.
La trama sin embargo sí se ha respetado en otros solares de entornos monumentales como la casa del Relojero, donde los vecinos del entorno reclamaron sin exito que se dejase el espacio liberado tras el derribo de un edificio anexo como espacio libre.
La actual concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, informó el lunes a la oposición de que la previsión es presentar a final de año, el documento inicial para la revisión pormenorizada «barrio a barrio» del planeamiento urbanístico. Una vez aprobado el documento, se tendrán que llevar a cabo nuevos procesos participativos en las 23 áreas funcionales en que se ha dividido la ciudada.
Unos procesos que supondrán más tiempo de tramitación en los que, por exigencia de la Generalitat, se tendrán que recoger las demandas de los vecinos.
Para Ciudadanos el proceso de revisión pormenorizada, como la estructural, no avanzan, por lo que demandan en el primer caso que se inste a la Generalitat y a la Diputación de València a concretar sus previsiones de nuevos equipamientos públicos, ya seran educativos o sanitarios, como de infraestructuras en el caso de la institución provincial. En el caso de que no sean necesarios, Ciudadanos insta a recalificarlos para nuevos usos públicos.
