La entidad bancaria que realizó las transferencias desde la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de València, CaixaBank, a un banco chino radicado en Hong Kong ha negado cualquier responsabilidad en el fraude de cuatro millones que ha padecido la compañía de autobuses y culpa del mismo a las «debilidades internas de seguridad» de la propia compañía. Es más, le pide que deje de vincular su nombre con el fraude y le advierte de posibles medidas jurídicas.

Con esta carta, fechada el 24 de octubre pasado, CaixaBank responde al requerimiento que le envió el Ayuntamiento de València solicitándole «el abono inmediato» de los 4 millones de euros que se pagaron a través del banco en ocho transferencias distintas.

La entidad advierte de que «la EMT pretende trasladar a CaixaBank las resultas negativas de todo un conjunto de irregularidades internas que se habría producido en su empresa». Explica que ellos recibieron instrucciones «precisas y reiteradas» para realizar esas transferencias por parte de la directora de administración de la empresa, Celia Zafra, que estaba «debidamente autorizada por la EMT para la presentación ante CaixaBank de ficheros que contengan órdenes de pago y ejecución de órdenes de pago (transferencias)» y era «la interlocutora habitual de la EMT».

Además, esas órdenes de pago les fueron enviadas desde el correo corporativo de la trabajadora y fueron finalmente validadas telefónicamente. «En esas comunicaciones -abunda la entidad financiera- CaixaBank reclamó a la señora Zafra las órdenes de transferencia de la EMT y las facturas que justificaban la operativa, manifestándole ésta tener «toda la documentación acreditativa de la misma y remitiéndole de hecho las facturas».

Vincula a la jefa de gestión

Finalmente, el banco explica que para las transferencias sexta y octava de los días 17 y 20 de septiembre, también fue informada desde CaixaBank la directora de Gestión y del Área Financiera, María Rayón Aledo, mediante su remisión a su cuenta de correo electrónico corporativa, «quien además tuvo puntual conocimiento de la operativa mediante el acceso y visualizacion a través de nuestra banca on line del depósito sobre el que se realizaban las transferencias y ninguna manifestación ni objeción formuló a estas». Así pues, «si la EMT ha sido objeto de un fraude o bien se ha actuado fraudulentamete desde la propia compañía, ello no afecta a las órdenes de pago que, reiteramos, fueron expresamente transmitidas por el cliente».

«El hecho de que la EMT haya sido objeto de un fraude interno propiciado por unas manifiestas debilidades internas de seguridad, no supone ninguna responsabilidad de CaixaBank», añade. Lo que le lleva a solicitar a la Empresa Municipal de Transportes «amable pero enérgicamente, que cesen de manera inmediata y definitiva de utilizar el nombre de nuestra entidad para asociarla con un fraude que únicamente afecta a los procesos, organización y medidas internas de seguridad de la EMT». De lo contrario, estudiarán posibles acciones legales y acudir a los tribunales.