En espera de que la Generalitat aprobase los planes metropolitanos de la huerta y el de movilidad (este aún pendiente) y para avanzar en la actualización del planeamiento urbanístico (PGOU) de València, cuya actual versión tiene ya más de tres décadas y a la que muchos urbanistas dan ya por agotada, el Ayuntamiento de València puso en marcha ya durante la pasada legilistatura la revisión pormemorizada «barrio a barrio». Esta actualización del planeamiento en la ciudad existente contempla 23 áreas funcionales y, a diferencia de la revisión estructural, sí se podrían tramitar vía plan especial sin esperar a la aprobación de las normativas autonómicas.

Sin embargo, la revisión del PGOU de lo que se denomina la ciudad consolidada también se ha atascado, ahora en la obligación de llevar a cabo nuevos procesos o estrategias de participación ciudadana en las distintas áreas funcionales. De momento, se han hecho en Natzaret, Cabanyal, Benimaclet y Orriols.

La Concejalía de Desarrollo Urbano, ya admite en una respuesta facilitada a Ciudadanos en la comisión municipal que las previsiones temporales para la revisión del plan general barrio a barrio «deben ser a medio plazo» puesto que hay 23 áreas funcionales o megabarrios de los que de momento solo se han empezado a redactar los planes especiales de tres (Orriols, Casas de Bárcena y Natzaret).

En relación a la revisión estructural del PGOU impulsada por el gobierno progesista en la pasada legislatura y que blinda la huerta de Campanar, Vera, Tavernes Blanques, Alboraia y la Torre, la concejalía de Desarrollo Urbano apunta que «está a expensas de la aprobación autónomica del Plan de Acción Territorial del Área Metropolitana, donde se establecerán las soluciones de infraestructuras viarias, infraestruras verdes y uso del suelo.