El profesor Luis Blanch de la Universitat Politècnica de València avanzó a Levante-EMV que en un par de semanas esperan tener un estudio de costes para elaborar en los próximos meses un diagnóstico científico y fiable de qué soluciones pueden ponerse en marchar para frenar la colmatación de l'Albufera y por tanto su destrucción.

Blanch, que está al frente del equipo que está midiendo el nivel y composición de los fondos de la laguna, subrayó ayer que «si no hacemos nada, l'Albufera tiene fecha de caducidad: en un máximo de 100 años de vida, sin duda ,el lago puede llegar a colapsar». De ahí la importancia de concienciar a la población y, en particular a las administraciones que tienen competencias en el parque natural para que se pongan manos a la obra: el Ayuntamiento de València, la Conselleria de Medio Ambiente y la Confederación Hidrográfica del Júcar. Blanch participó en una reunión ayer con la directora general de Cambio Climático de la Generalitat Celsa Monrós; el director del departamento de Ingeniería Cartográfica de la UPV y el profesor Fernando Buchón. Los cuatros plantearon acciones para garantizar el futuro de l'Albufera.

Luis Blanch señaló que si Medio Ambiente y el Instituto Cartográfico de la Generalitat dan el visto bueno, se programarían los trabajos de manera inmediata para iniciar una serie de estudios científicos que pongan al día los datos disponibles acerca del nivel de deterioro del parque natural. «Hay que tener en cuenta que ahora las apreciaciones las basamos en los datos de una tesis doctoral de hace 20 años», por tanto es preciso realizar nuevos estudios científicos que permitirán evaluar si es adecuado hacer un dragado del lago, por ejemplo, y hasta qué altura del subsuelo ya que los estudios disponibles están «obsoletos». De hecho, «el primer trabajo que habría que efectuar es un mapa batimétrico, es decir una cartografía del suelo del humedal». Además, «habría que efectuarlo en enero porque en esa época el agua muestra su grado máximo de transparencia» lo que es necesario para las tecnologías que utilizarían estos especialistas. En segundo lugar, «en marzo y abril, habría que estudiar la zona del arrozal y las motas que circundan el lago porque en esos meses los campos están secos».

Miguel Blanch subrayó que a mitad de 2020 se podrían tener datos más fiables para fijar estrategias y «salvar el humedal». Además, las otras cuestiones que se deberían determinar son ¿cuántas capas hay en el suelo y de qué materiales están formadas, ¿qué tipos de sedimentos?, y ¿cómo se pegan los aportes contaminantes materiales pesados a esos sedimentos?.

Para Blanch, l'Albufera tiene un problema «de mala calidad» del agua, pues recibe «los vertidos contaminantes de los polígonos y de los hogares de los municipios ribereños»; y de cantidad: «Antes llegaban hasta 700 Hm3 y hoy apenas 100 Hm3». De ahí, que la solución a corto plazo demandada por el Ayuntamiento de que la CHJ realice un aporte de 80 Hm3, que podría llegar a 100 Hm3, «bienvenida sea, aunque aún mejor si prohibimos los vertidos contaminantes al lago», resaltó.

Los regantes dicen «no» al aporte

Por su parte, los regantes valencianos manifestaron su oposición a la medida que ha planteado el Ayuntamiento de València en la que se solicitó el aporte de 70 hectómetros cúbicos anuales del Júcar a l'Albufera. En una carta firmada por el portavoz del colectivo, José Pascual Fortea, señalaron: «L'Albufera tiene un problema de calidad y no de cantidad», y denunciaron que el consistorio valenciano continúa lanzando el mensaje «populista y falso» de que el problema de l'Albufera «es simplemente que falta agua».

«El Ayuntamiento, como propietario del lago, debería centrar sus esfuerzos en resolver el problema real mediante la ejecución de las actuaciones de saneamiento que están pendientes y mediante el dragado de las zonas más colmatadas», concretaron en su misiva, acompañada por numerosos firmantes más de otras entidades de regantes. La realidad es que al humedal «llegan entre 200 y 300 Hm3 anuales, lo que supone la renovación total del agua entre 10 y 15 veces al año».

El PP exige el dragado inmediato

Por último, la concejala del PP Julia Climent reclamó al Ayuntamiento de València que comience cuanto antes los trámites para efectuar «el dragado piloto para salvar l´Albufera». La munícipe destacó que las informaciones y estudios recientes «son muy preocupantes y nos alertan de que tenemos que actuar de inmediato para preservar el lago para las próximas generaciones de valencianos». En las II Jornadas sobre Humedales, organizadas por la Politécnica, los expertos y científicos coincidieron en que el lago necesita «una mayor aportación de agua y el dragado de los fondos para garantizar su conservación».