La concejala del Ciclo del Agua, Elisa Valía, ha visitado esta mañana el interior de la fuente de la plaza del Ayuntamiento, uno de los iconos de este espacio que ahora está en proceso de revisión al hilo del proceso participativo convocado por el Govern del Rialto para la remodelación de la plaza del Ayuntamiento.Durante la visita al interior de la fuente, que es totalmente transitable,y en respuesta a los medios, la concejala ha destacado que el componente de agua "es importante", pero en la consulta ciudadana no se van a poner límites porque su reubicación, dijo, "es viable".

El motivo de la visita de esta mañana en parte era dar a conocer y poner en valor la historia de la fuente, que es un elemento de "alto valor histórico" para la ciudad. La reubicación de la fuente, si así se decide en el proceso participativo, es un proceso "complejo, pero no va a ser un límite en el proceso participativo" ha apuntado esta mañana Valía.

Valía ha destacado que el objetivo de la consulta es "encontrar unos criterios generales para incorporar al proyecto", entre ellos, "si debe o no haber un elemento de agua en la plaza". "Queremos saber qué significado tiene para los valencianos, sin limitar el debate, y darle para ello elementos de juicio". En su opinión, "el componente de agua es importante para nosotros porque somos una cultura que ha vivido al lado del mar".

La actual fuente de la plaza del Ayuntamiento, obra de Carlos Buigas (autor de la fuente de Montjuic, diseñada para la Exposición Internacional de Barcelona de 1929), fue inaugurada en 1963. Buigas fue un pionero en el diseño de fuentes que combinaban los juegos de agua con iluminación eléctrica aplicando el principio físico de la reflexión interna total de la luz a través del agua

El valor principal de esta fuente es hacer visible el agua para poder convertirla en un eficiente elemento conductor y refractor de la luz y el color. Esto que parece sencillo a primera vista, no lo es tanto, y precisa de un tratamiento cuidadoso del diseño, tanto de las toberas como de las formas y perfiles en piedra de la taza.

La iluminación principal se realiza desde el foso interior de la fuente a través de claraboyas de cristal. Este sistema permitía, no sólo limpieza estética y un fácil mantenimiento, sino la posibilidad de instalar un ingenioso sistema de tambores rotatorios de forma prismática pentagonal que contenía los cristales coloreados. Estos tambores, accionados por un organillo electromecánico programable, permitían variar los juegos de luz y hacer transiciones suaves de unos tonos de color a otros de forma mágica e incomprensible para quien no conociera la originalidad del sistema escondido en los sótanos de la fuente. Esto explica por qué la otra gran fuente de este

autor (la de Montjuic) recibió el apelativo de "La Fuente Mágica". La de València se diseñó con la idea de que funcionara acompañada de música, pero ese proyecto no llegó a concretarse.

La fuente de la plaza del Ayuntamiento ha sido mantenida en perfecto estado de funcionamiento y reacondicionada en diversas ocasiones. En la actualidad su iluminación ha sido parcialmente sustituida por un moderno sistema de focos led de color variable. La programación original de los circuitos se realizaba mediante un organillo de levas que accionaba los distintos elementos de la fuente. Este organillo, tras una avería, fue sustituido en la década de los años 90 por autómatas programables que actualmente efectúan la programación

de los juegos de agua y luz. El organillo electromecánico se encuentra actualmente custodiado en el Museo de Historia de Valencia, por su singularidad.

La fuente de la plaza del Ayuntamiento de València tiene forma circular con dos tazas concéntricas y un diámetro de 20 metros y un

volumen de 175 metros cúbicos. La conforman ocho escenarios de agua e iluminación distintos.