Carlos Guillot, de la asociación de comerciantes del Perellonet, señaló muy emocionado que esta decisión de la Generalitat supondrá que «la muerte de nuestros pueblos». «Nos van a cerrar, cortarán la comunicación, no llegarán los coches ni las personas, dejarán de existir comercios y bajará el precio de la vivienda», explicó hasta que la emoción le impidió continuar.