Casa Caridad ha adquirido un edificio en las inmediaciones del Paseo de la Pechina de València en el que acondicionará ocho viviendas supervisadas para personas sin hogar, principalmente mujeres, que hayan pasado antes por otros recursos de la entidad, como último paso para su inserción social completa.

El presidente de Casa Caridad, Luis Miralles, ha presentado este nuevo proyecto de la ONG, incluido en la iniciativa Fénix, que arrancó en 2018 con la puesta en marcha de una vivienda supervisada en Benicalap en la que conviven cuatro usuarios, y por la que ya han pasado y se han reinsertado un total de catorce personas.

Con la adquisición de este edificio, que ha costado 790.000 euros y en el que se prevé invertir otros 800.000 en su rehabilitación, Casa Caridad da "un paso más", al ofrecer un inmueble completo a mujeres y familias en el que se favorecerá su autonomía y se familiarizarán con las actividades de la vida diaria.

La ONG se encuentra en estos momentos rehabilitando el inmueble, para lo que se está contando con la colaboración de algunas empresas valencianas o entidades bancarias, y espera poder inaugurarlo entre marzo y mayo del próximo año.

Se trata de un edificio de cuatro plantas que albergará un total de ocho viviendas de entre 55 y 75 metros cuadrados, con capacidad para 40 residentes, una de ellas adaptada a personas con diversidad funcional, así como una planta baja cuyo uso se está estudiando pero podría acoger aulas de formación o una escuela infantil.

Estas viviendas permitirán reproducir las condiciones de un hogar, en un momento en el que acceder a una vivienda es "prácticamente imposible" para las personas usuarias de los servicios de Casa Caridad, no solo por los precios sino también por los requisitos que se exigen.

Según ha explicado Miralles, quien ha estado acompañado por la gerente de la entidad, Guadalupe Ferrer, y por la responsable de Trabajo Social, Cristina Sánchez, no se trata de una residencia, sino de un recurso temporal, aunque no hay establecido un tiempo máximo ni mínimo de estancia.

Cristina Sánchez ha explicado que han optado por dar prioridad a las mujeres porque cada vez son más las que llegan solas o acompañadas de sus parejas e hijos a Casa Caridad y están en una situación de mayor precariedad.

Según los datos de la ONG, el 41 % de las personas alojadas en los albergues corresponde a mujeres, diez puntos más que en 2008, y las usuarias de comedor representan una de cada tres personas de las que acuden cada día a Casa Caridad, mientras que en 2008 eran una de cada diez.

El proyecto, del que no se conoce otro similar en toda España, cuenta con el aval del Ayuntamiento de València, que se ha comprometido a acelerar las licencias, según ha afirmado Miralles, quien ha hecho también un llamamiento a la sociedad valenciana para colaborar con la entidad, que tiene 3.800 suscriptores.

Desde la ONG no temen que se este proyecto produzca ningún rechazo en el barrio, pues Casa Caridad lleva trabajando desde siempre en esta zona y está totalmente integrada en el vecindario, y creen que ese tipo de rechazo, como el que sufrieron al abrir las instalaciones de Benicalap, se debe "al desconocimiento".

Por ello, han pedido "no estigmatizar" a las personas que se encuentran "en una situación sin hogar", y han abogado por romper el tópico y la imagen que se tiene de este tipo de personas.