El ayuntamiento de València, tal y como se aprobó ayer en la Junta de Gobierno Local, va empezar los estudios para rehabilitar uno de los edificios patrimoniales de la ciudad como es el Casino del Americano, un edificio que se construyó en 1869 y que permanece desde hace años en estado de abandono y degradación.
Como informaba ayer el portavoz municipal y vicealcalde, Sergi Campillo, se van a acometer, con un presupuesto de 4,5 millones de euros, «los Estudios previos, estudio histórico, estudio geotécnico y el proyecto básico de las obras de rehabilitación del Casino del Americano». Con estos trabajos se pretende recuperar y poner en uso una de las más importantes muestras de arquitectura indiana de la ciudad. Un acondicionamiento que, además, servirá para albergar una escuela de agricultura.
Por otra parte, y tal y como indica el proyecto, tras su rehabilitación el palacete volverá a abrir al público como escuela de agricultura. En la planta baja se ubicará la recepción, una sala de exposiciones, una tienda de semillas y los aseos públicos. La primera planta y parte de la segunda se destinarán a aulas, mientras que en el resto de la segunda planta se ubicarán las oficinas.
Con esta actuación se dará continuidad a los trabajos de recuperación que comenzaron durante el pasado mandato. Dichos trabajos consistieron, como recordaba ayer Campillo, en la limpieza del espacio y retirada de residuos plásticos y de otro tipo, una intervención para asegurar la estructura y un vallado para evitar la ocupación irregular del inmueble. «Se trata de un edificio situado en uno de los núcleos patrimoniales de mayor importancia de la ciudad, próximo a la Alquería del Moro y la Alquería de la Torre».
El inmueble fue erigido en 1869 como construcción familiar de esparcimiento (de hecho, el término casino hace referencia a esa acepción de recreo) por encargo de Joaquín Megía, militar de origen granadino, casado con la hija de una familia habanera que había hecho fortuna con el negocio de la caña de azúcar. Tras décadas de transformaciones el complejo quedó abandonado y pasó a ser victima de ataques, expolios y saqueos, que contribuyeron a un deterioro mayor. Finalmente el año 2011 el Ayuntamiento de Valencia ejecutó su expropiación.
