Los dueños de los perros que atacaron a la vicealcaldesa de València, Sandra Gómez, irán finalmente a juicio por una «imprudencia grave». El juez ha desestimado la petición de archivo realizada por la Fiscalía, para la cual las lesiones producidas no eran lo suficientemente graves como para encausarlas por la vía penal, sugiriendo la opción de seguir el procedimiento por la vía civil. El magistrado entiende que «pasear por un lugar público hallándose suelto un perro de estas características constituye un grave peligro que nadie tiene que soportar impunemente».

El incidente se produjo en diciembre del año pasado cuando la vicealcaldesa paseaba por la playa de la Malva-rosa acompañada de su perro, un labrador. Según declaró ella misma, dos perros sueltos de raza American Staffordshire Terrier, considerada peligrosa, se aproximaron al animal y finalmente acabaron enzarzándose en una pelea. Entonces Sandra Gómez intervino para evitar que su mascota sufriera daños mayores y fue ella la que resultó herida en una mano, hasta el punto de que tuvo que ser intervenida para reconstruirle un dedo.

Abierto el procedimiento judicial, la Fiscalía pidió la absolución para los dueños del perro al no poder tipificar los daños como imprudencia menos grave. Según fuentes conocedoras de la decisión consultadas por Europa Press, la agresión se podría enmarcar en ese delito, pero este precepto exige que la lesión sufrida en el momento de los hechos -antes de la reforma del Código Penal- fuera de carácter grave, algo que la Fiscalía entiende que no se dio. Así pues, solicitó la absolución por vía penal con la opción de seguir por la vía civil.

Finalmente, sin embargo, ese petición fue desestimada por la Audiencia de València, que ha decidido la apertura de juicio oral. Aunque entiende que las lesiones pueden no ser suficientes, opina que «el comportamiento de los encausados queda enmarcado en el ámbito de la imprudencia grave», al tratarse de un perro peligroso, que iba suelto y sin bozal en una playa pública.