El Ayuntamiento de València empieza los trabajos de rehabilitación del refugio antiaéreo de Massarrojos, promovidos por la Concejalía de Patrimonio y Recursos Culturales. Las obras tienen una inversión de 205.625 euros y un plazo de ejecución de cuatro meses.

El refugio de Massarrojos fue construido en los últimos momentos de la Guerra Civil, excavado directamente en el subsuelo rocoso, como protección de los vecinos ante los ataques aéreos del bando rebelde. Durante décadas permaneció oculto en el subsuelo e incluso se tapiaron sus accesos.

En octubre de 2016 se «redescubrió» de manera fortuita el refugio antiaéreo de la guerra civil de Massarrojos. Se tenían referencias sobre su existencia por vecinos y vecinas de la población, pero se desconocía el estado de conservación del mismo, así como la localización exacta de sus entradas, puesto que fueron cegadas en los años 50 del siglo pasado y no quedó ningún resto visible de las mismas.

El refugio está conformado por un pasillo alargado de 125 metros con una anchura media de 2 metros y se accede a él a través de dos entradas con escaleras, una desde la plaza del Soñador y la otra desde la calle Benet Bosch. Las paredes están lucidas y llevan adosado un banco corrido. A pesar de que estaba preparado para acoger el sistema de ventilación, la maquinaría nunca fue instalada.

Las obras de rehabilitación y puesta en valor comportan la instalación de alumbrado y ventilación en la sala subterránea, reposición de elementos desprendidos, restauración de bancos, tratamiento de paredes y suelo y la construcción de dos accesos desde la vía pública, debidamente señalizados.

La intervención se completará con paneles informativos que explicarán las características de la construcción y detalles de la Guerra Civil a Massarrojos. Se trata del único refugio recuperado en las cercanías de la capital, donde ya se han puesto en valor dos más: el refugio escolar de la casa consistorial y el de la calle Serranos.

Además, tipológicamente es un construcción singular para estar excavada en la roca, y no construida con hormigón, como fue la norma habitual. La razón es que en Massarrojos se desarrolló una importante actividad derivada de las canteras.

En 2017 se realizó una primera intervención a cargo de la Sección de Investigación Arqueológica Municipal (SIAM), en la cual se desescombró el conjunto, se hizo el alzamiento planimétrico con fotogrametría por escáner 3D, y el estudio arqueológico, recuperando proyectiles, objetos personales y algunos utensilios empleados por las personas que, a veces, tenían que estar largos ratos en el interior del refugio.

El estudio arqueológico llevado a cabo al 2017 ha servido de base documental para redactar el proyecto de restauración y puesta en valor del mismo que ahora se presenta.