«Sunny» y «Pepo» fueron ungidos ayer por la EMT como los primeros animales de compañía que se convirtieron en pasajeros de los autobuses urbanos. Guardados en su transportín, sorprendidos seguramente por la novedad, protagonizaron el primer «bip» de su tarjeta, la que les permitirá utilizar el transporte público. Ayer era el primer día de aplicación de la nueva tarjeta EMTMascota, que les permite convertirse en pasajeros durante dos años por el precio de cinco euros, sin límite de viajes.

Sin embargo, toda nueva norma tiene sus peros. Y los que ahora se quejan son los dueños de mascotas que superan el peso máximo, los 15 kilos. Se quejaban ayer los usuarios dueños de este tipo de perros de lo que consideran una discriminación. Estableciéndose el debate sobre qué perro es más peligroso, por mucho que el transportín aisla a los perritos de cualquier intento de mordedura, que no de generar molestias. Además, en otras ciudades, como Madrid sí que se permiten perros de gran tamaño, previo examen personalizado y con la obligación de viajar con el bozal puesto y tumbándose bajo el asiento de su acompañante en la parte delantera del vehículo. «A muchas personas les encantaría poder desplazarse en transporte público con sus mascotas, sean del tamaño que sea».

Posibles quejas de otros pasajeros

Otros usuarios son los que dan razones para justificar la no generalización del bono EMTMascota: «yo saco a mi perro a pasear, no para meterlo en el autobús. Pero con esta opción muchas personas podrán en un momento puntual desplazarse con su mascota». Otras dudas se han planteado por los pasajeros que pueden tener alergias a los animales, a lo que la propia EMT puntualizaba que «siempre prevalecerá el pasajero humano. La persona inspectora como la conductora tienen potestad de impedir el acceso o pedirles que bajen del bus en circunstancias determinadas que afecten a la salud o seguridad del pasaje previa justificación». Esta tarjeta no puede aplicarse a animales exóticos, venenosos, o considerados potencialmente peligrosos. «Sunny» y «Pepo» tenían aspecto de todo menos peligroso.