Sindicatos de la Policía Local de València han denunciado la realización de trabajos propios de la Policía Nacional en la Inspección Central de Guardia (ICG) del viejo cuartel de Zapadores. Según dicen, son ellos los que toman las huellas, hacen la ficha o sacan los antecedentes, un trabajo que, además, hacen en precario al no estar en sus dependencias y que se demora varias horas, con la repercusión que eso tiene sobre su propio trabajo en la calle. La solución, dicen, pasa por crear un protocolo claro con las funciones de cada cuerpo o bien permitir que los agentes de la Policía Local puedan hacer esas diligencias en sus dependencias, llevando a los detenidos a la Inspección Central de Guardia ya con todo hecho.

Esta movilización, que ya ha llegado a los mandos policiales por diferentes vías, ha partido de Comisiones Obreras y tiene la adhesión de todos los sindicatos, incluido el STAS, que primero no se unió, pero luego hizo una declaración a favor.

Según fuentes de CC OO, todos los detenidos de València, tanto los de la Policía Nacional como de la Local, tiene que ser entregados en la Inspección Central de Guardia de la Policía Nacional (Zapadores), que es la que se encarga de su retención. Teóricamente, allí deben comparecer los agentes y ser un equipo de la Policía Nacional el que tome las huellas, haga las diligencias y saque antecedentes, entre otras cuestiones.

Sin embargo, la Policía Nacional «no tiene suficiente plantilla» y son los agentes municipales, es decir, la propia patrulla, la que hace los trámites, todo ello sin tener los medios adecuados al no estar en sus dependencias, y pendientes siempre del visto bueno final del inspector de la Policía Nacional. Si en el momento de crearse el servicio conjunto (1995) había cuatro equipos de la Policía Nacional y uno de la Local, ahora hay uno de cada cuerpo, aseguran. Es decir, «a día de hoy podemos afirmar que los recursos que ha puesto la Policía Local de València en la ICG están siendo utilizados en gran número de ocasiones para realizar gestiones internas del Cuerpo Nacional de Policía».

La consecuencia, según CC OO, es que cada detenido les lleva a los policías locales entre tres y cuatro horas, tiempo que algunas veces se prolonga hasta las cinco o seis horas y que se detrae de sus patrullas. «No queremos que esto se interprete como un problema con la Policía Nacional, sino como una llamada de atención para que se resuelva el problema», aseguran.

Protocolo de actuación

Y esa solución pasa por dos opciones distintas, según las fuentes. La primera es que se elabore un protocolo de actuación que clarifique cuáles son las funciones de cada cuerpo y se pongan los medios materiales y humanos necesarios. Cuando han planteado este asunto a la jefatura, la respuesta ha sido enviarles el protocolo de actuación de 1995, que «supone el empleo de más tiempo y tareas por parte de las patrullas de la Policía Local de València».

La otra opción, según CC OO, es firmar un acuerdo que permita a la Policía Local hacer todos esos trámites en sus propias dependencias y con sus propios medios y luego entregar al detenido a la Policía Nacional ya sin trámites pendientes. Esto ya se hace con la Guardia Civil y el resultado es positivo, afirman.

Ahora, todo parece indicar, según las fuentes, que se celebrará una reunión entre ambos cuerpos para analizar la situación del servicio de detenidos, un asunto que para los sindicatos es especialmente delicado porque, insisten, no quieren que se interprete como un ataque a la Policía Nacional.