La vicealcaldesa y concejala de Desarrollo y Renovación Urbana y Vivienda, Sandra Gómez, anunció ayer que todas las grandes promociones de vivienda que desarrolle Aumsa contarán con el certificado Bream, con el objetivo de construir edificios bajo los parámetros de «máxima sostenibilidad». Gómez resaltó que con esta decisión la empresa municipal «se adelanta a la directiva que obligará a todas la edificaciones a registrar un consumo energético prácticamente nulo a partir de 2021». Luego, resaltó que con este tipo de medidas la concejalía de Renovación Urbana «pone en marcha los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU y se suma a la lucha contra el cambio climático desde la ciudad de València». También recordó que los proyectos de vivienda de Las Moreras y la Bega contarán con el certificado Bream que mide la huella ecológica del edificio desde su fase de proyecto y construcción, pasando por su vida útil y finalizando con el derribo y reciclaje de materiales, para minimizarla al máximo y apostar por la sostenibilidad en la construcción.

Los edificios que contarán con esta certificación serán el ubicado en la calle Hortolanes, 1, en la Unidad de Ejecución Única del sector 5 Camino de las Moreras, que tendrá 41 viviendas y dos locales comerciales, y el que se ubica en la parcela limitada por la avenida de los Naranjos y las calles Dr. Álvaro López, Río Tajo y Río Pisuerga. Esta promoción constará de 70 viviendas.

Igualmente,remarcó que «otro de los objetivos de la agenda 2030 es fomentar ciudades más inclusivas». En esta línea, resaltó la concejala de Renovación Urbana que Aumsa «ya trabaja en garantizar la accesibilidad de sus viviendas» de la mano de Cocemfe, para lograr «la máxima excelencia» y «poder crear una bolsa de vivienda asequible dirigida a las personas con discapacidad».

Edificio en la calle Fos

Se trata de un edificio que se encuentra en la calle Fos y que contará con dos viviendas en planta baja con una adaptación total. Están pensadas para albergar, por ejemplo, pacientes con enfermedades neurodegenerativas que necesitan sillas de ruedas de mayores dimensiones y que, por tanto, encuentran más dificultades para poder entrar y salir de sus domicilios.

En cuanto a las nueve viviendas restantes, situadas en plantas altas, contarán con una adaptación para personas con deficiencias visuales, discapacidad auditiva y movilidad reducida.