El alcalde de València, Joan Ribó, facilitó ayer al término del consejo de administración de Emivasa en el que se aprobó la subida del recibo del agua los datos de los bonos sociales concedido en base al convenio para el pago de servicio de suministro de agua potable a las personas en riesgo de exclusión suscrito en 2015 con Emivasa. En lo que va de año se han atendido ya 1.424 casos por un importe de 358.000 euros y 5.800 facturas pagadas.

El montante del bono social destinado al pago del suministro de agua de las familias en riesgo de los cuatro ejercicios asciende a 1.377.891 euros, con los que se han atendido 6.360 casos y se han abonado 20.434 facturas.

El alcalde explicó que con los datos correspondientes al cierre de 2018 se constata que no hubo crecimiento respecto a 2017.

Los casos atendidos por el ayuntamiento de València disminuyeron, de hecho, un 12%, pasando de 1.923 a 1.678, aunque la ayuda media por caso aumento en un 3%.

Se pagaron 5.351 facturas, frente a 6.090 del año anterior. El importe total de las facturas atendidas con cargo al convenio en 2018 ascendió a 377.631 euros.

Con las inversiones aprobadas ayer, dijo el alcalde, el ayuntamiento hará frente a las cuestiones relacionadas «con la situación de emergencia climática y favorece un mayor y más responsable consumo de agua que contribuirá a reducir el uso de plástico».El alcalde Joan Ribó ha destacado las inversiones que «van encaminadas a mejorar la seguridad del suministro y a tener un mayor control sobre las condiciones en que se presta el servicio a la ciudadanía», con la inclusión del llamado bono social.

El convenio del bono social fue en su día fue prorrogado y renovado para el ejercicio 2019. Compromís también ha intentado incluir sin éxito en la contrata de suministro eléctrico del ayuntamiento una cláusula para hacer frente a situaciones de pobreza energética.