La directora de Gestión de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de València, María Rayón, declaró ayer ante el juez que no leyó los correos que, entre el 17 y 20 de septiembre, le envió CaixaBank hasta el mes de octubre, unas semanas después de que se realizaran las transferencias por valor de cuatro millones de euros a China.

Según detallaron fuentes conocedoras de la declaración, Rayón explicó que, al estar de baja, solo atendía el wasap de su móvil particular y que fue a través de él cuando le pidieron que diera el visto bueno a una transferencia internacional a China de las que, según su testimonio, no tenía conocimiento.

A partir de ese momento es cuando Rayón se alarmó dado que no había firmado ninguna transferencia internacional en esas fechas. Cuando pidió explicaciones a Celia Zafra, la trabajadora despedida, le dijo que no podía decirle nada porque «ellos» no le dejaban. Le pregunto? quiénes eran ellos y la empleada le respondió que no podía decírselo porque había firmado un contrato de confidencialidad.

Al estar tan nerviosa Zafra, Rayón le dijo que se tranquilizara y le pregunto? de todos modos si esas transferencias tenían que ver con la compra de autobuses en China. Zafra le contesto? que no lo sabía.

La directiva reconoció que en el mes de septiembre se autorizaron transferencias mediante firma electrónica en fechas anteriores a que se detectara el fraude, ya que es el único sistema de pago a proveedores, y que no recuerda que con anterioridad se utilizaran contratos de confidencialidad como los que los defraudadores le exigieron a la exdirectiva despedida, de la que dijo que siempre había actuado con diligencia en el cumplimiento de su trabajo.

En este sentido, Rayón añadió que le sorprendió? su manera de actuar, pues siempre había sido extremadamente diligente y profesional con el cumplimiento de los procesos y en su trabajo.