El Camino de Santiago se ha convertido, fundamentalmente a partir del año 1993, con su bien publicitado Año Xacobeo, en un fenómeno de masas, capaz de movilizar a miles de personas al año, dejando su reguero turístico por las estaciones del camino. Turismo low cost si se quiere, pero también turismo sano. Enriquece a su manera, que no es poca.

La Comunitat Valenciana tiene un camino alternativo en potencia, igual de sugerente si instituciones y empresas se ponen de acuerdo, que están empezando a hacerlo tras unos primeros intentos a primeros de siglo. Es el camino del Santo Grial. Con la particularidad de que, si en la experiencia gallega el final es el sepulcro de un santo apóstol, el de la Catedral es la copa de la que, teóricamente, tanto él como Pedro, Andrés, Juan, Felipe, Tomás, Bartolomé, Santiago el Menor, Judas Tadeo, Simón el Cananeo, Matías, Mateo y el malvado Judas Iscariote participaron de la última Cena con Jesús de Nazaret.

La llegada del cáliz desde San Juan de la Peña, en la montaña oscense, a València, conforma el camino ?hoy fácil de hacer en buena medida por ser muy coincidente con la Vía Verde de Ojos Negros y la «Vía Churra»?. Pero una vez llegó a la ciudad del Siglo XV tuvo su particular historia. Eso es lo que conforman los Caminos del Grial en la ciudad. Para los que no faltarán expertos que den por bueno o descalifiquen el catalogo de lugares que se enumeren. Pero las iniciativas que toman la delantera van por delante.

Días atrás se estrenó una Ruta del Grial, la que realiza CaminArt, una de las organizaciones especialistas en «lugares», de la ciudad, que igual recorre los refugios de la Guerra Civil que el arte urbano del Cabanyal, las historias negras de la ciudad o los caminos de la Conquista. La del Santo Cáliz es, junto con el de la Seda, uno de los más sugerentes.

En este caso es sencillo: el Aula Grial, el particular Centro de Interpretación del cáliz ?un primer paso valioso del que ya dispone la ciudad? y la propia entrada a la Capilla. Aderezado con un recorrido histórico por las vinculaciones del cáliz con la ciudad. «El recorrido podría llevarnos a otros espacios. Por ejemplo, al Patriarca» con la vinculación con San Juan de Ribera «o el Museo del Corpus, con la Roca dedicada al Santo Cáliz» asegura el guía del estreno, Esteban Longares.

El recorrido incluye también conceptos relacionados con el histórico recipiente, incluyendo «explicar cómo era la cena pascual». También se abre los ojos a los cuadros de la Catedral en el que se encuentra representado, incluyendo el óleo de Juan de Juanes, donde está representado el Santo Cáliz, tal como se ve actualmente, porque el pintor de La Font de la Figuera ya lo conocía de primera mano. Se habla durante el recorrido de la historia, su particular carácter trotamundo, pero también de las tesis, de lo que puede considerarse «fake» y las realidades históricas.

Sólo un pero le pone Longares: «el cáliz está tan protegido, que su contemplación no es nítida. De hecho, para explicar sus características vale más la pena enseñarlo en el iPad». Pero es, sin duda, un remate a un camino. «Vale la pena conocer un poco más».