El Ayuntamiento de València lidera una nueva estrategia "puerta a puerta" para el control del mosquito tigre en propiedades privadas y lleva a cabo un estudio pionero con la Universitat de València (UV) y la empresa de gestión de plagas para su control biológico a través de un fenómeno de esterilidad.

Además, ha promovido un convenio con el Colegio de Administradores de Fincas para hacer mas eficientes las actuaciones de control en el ámbito privado y está a punto de aprobar la nueva Ordenanza de control de Mosquito Tigre, que aumenta la capacidad de vigilancia de esta plaga especialmente en propiedades privadas e incorpora todas estas novedades.

Él concejal de Salud y Consumo, Emiliano García, valora la estrategia municipal de "pedagogía" para concienciar sobre la importancia de controlar esta población y asegura que "todo el mundo" está dispuesto a "colaborar".

Como otras ciudades mediterráneas afectadas por el mosquito tigre en países como Italia o Grecia, València ha puesto en marcha el segundo semestre del año la iniciativa "puerta a puerta" para el control de la plaga, con el fin de seleccionar las áreas con mayor incidencia en el ámbito privado, y trabajar en el diagnóstico y el control, así como en sensibilizar a los propietarios.

A través de los técnicos especializados se coordinan visitas de inspección en viviendas seleccionadas para identificar criaderos y neutralizarlos y, especialmente, se trabaja en capacitar a los propietarios para evitar tener esos potenciales criaderos en sus espacios ajardinados, terrazas, patios, huertos o incluso garajes.

Con este proyecto, el Ayuntamiento de València lidera una nueva estrategia para el control de esta plaga sanitaria mediante actividades de formación e información a la ciudadanía que evite focos de cría de este insecto en sus propiedades.

El Ayuntamiento confía en tener a finales de año los primeros resultados de un estudio pionero desarrollado con el departamento de Parasitología de la Facultad de Farmacia de la UV y la empresa Lokímica para implantar un nuevo control biológico que causa esterilidad y hace que los huevos no eclosionen.

En concreto se trabaja en la búsqueda de la bacteria Wolbachia en las poblaciones locales del mosquito tigre, ya que la infección artificial de los machos con ella y su posterior apareamiento con hembras no infectadas causa un fenómeno de esterilidad por un proceso llamado "incompatibilidad citoplasmática", que impide que los huevos tras ese apareamiento sean viables.

Este método ha sido probado de forma experimental y exitosa en varios continentes y para su desarrollo en València, el paso previo es conocer si la bacteria está presente de forma natural en los ejemplares de la ciudad y si es así, determinar qué tipo de Wolbachia es.

Ante la llegada de la especie y su expansión en diferentes zonas del este peninsular, en 2014 el Servicio de Salud de València puso en marcha una red de vigilancia entomológica basada en la instalación y revisión de trampas especificas para la monitorización del mosquito tigre en la ciudad.

Cuando en julio del 2015 se detectó el primero positivo se confeccionó un Plan de Vigilancia y Control, que centraba las tareas con tratamientos larvicidas en los imbornales de la vía pública de zonas tipificadas de riesgo por acumular agua y con presencia de zonas verdes que servían de refugio y reposo a mosquitos adultos.

Estas tareas se llevan a cabo de forma programada entre los meses de mayo a octubre, aunque puede adelantarse o prolongarse según la evolución de la climatología.

Adicionalmente, se desempeñan tareas de seguimiento de las poblaciones de adultos en algunos parques y jardines, así como acciones puntuales a raíz de incidencias o avisos que pueda comunicar la ciudadanía, a través de los diferentes canales de comunicación habilitados.

Desde 2015, el Ayuntamiento también se ha esforzado en cuanto a concienciación y sensibilización ciudadana, con trípticos informativos y consejos, carteles en mobiliario urbano, información audiovisual en el canal Bussi de la red de la EMT, charlas y talleres.

Puesto que el mosquito tigre puede ser un potencial vector de virosis como el Dengue, Zika o Chikungunya, y siguiendo el ejemplo de otras grandes ciudades europeas, existe un protocolo de coordinación con el Centro de Salud Pública.

Así, se notifica cualquier caso importado de estos virus que hayan pasado la fase de viremia en la ciudad para desarrollar acciones de vigilancia y control del mosquito tigre en los alrededores del domicilio del paciente y otros puntos por los que se haya movido.

Tras el esfuerzo realizado en 2019, los avisos por la presencia del mosquitos ha disminuido un 18 % en la ciudad.