L'Associació de Veïns i Veines de Benimaclet y el colectivo Cuidem Benimaclet han intensificado en este mes de enero las movilizaciones y los actos informativos en el barrio para exigir la paralización del PAI que promueve Metrovacesa en el barrio y que aspira a construir 2 torres de hasta 30 alturas que sumarían 1.345 viviendas más jardines y huertos urbanos.
El presidente de la asociación de vecinos Javier García Márquez recordó que «no queremos el PAI de Metrovacesa pero manejamos hasta dos alternativas técnicas» que el departamento de urbanismo puede aplicar y que han diseñado cuatro especialistas de la Universitat de València. La segunda de estas propuestas aboga por rebajar el índice de edificabilidad hasta un número máximo de entre 300 y 40o viviendas, construir equipamientos públicos para el barrio y estudiar qué tipo de edificaciones se pueden construir: «Sobre todo, fincas de pocas alturas para personas mayores, de promoción pública y para alquiler, e incluso preferimos que sean desarrolladas por Aumsa para que sean de iniciativa municipal», explicó a este periódico. Mañana jueves 9 de enero, en el centro de juventud del barrio, se ha convocado una reunión vecinal para informar sobre el plan residencial. El jueves 16, a las 18 horas, se presenta el informe realizado por los profesores de la Universitat de València sobre esta actuación urbanística. Y para el domingo, 26 de enero, tanto Cuidem Benimaclet, como EntreBarris y l'Associació de Veïns, llaman a participar en una manifestación en la que exigirán la paralización del PAI porque consideran que es muy perjudicial para el barrio y porque también afectará a los aledaños de la zona de protección de l'Horta. La protesta partirá a las 11,30 horas en la esquina de la Calle Mistral con la Avenida Valladolid.
Presentación del informe
El informe ha sido realizado por Andrés Boix, Reyes Marzal, Claudia Gimeno y Pasqual Herrero, y financiado mediante un convenio de la Universitat de València y la asociación de vecinos. El análisis estudia las posibilidades de reclasificación del Sector PRR-4 Benimaclet del Plan General de Ordenación Urbana de València, «su hipotético coste y las medidas de planificación propias de un urbanismo moderno para una futura actuación pública sobre ese sector».
Entre las conclusiones del mismo, como ya avanzó Levante-EMV, se plantean dos soluciones técnicas. La primera es la reclasificación de todo el sector que estos expertos tasan en 14,3 millones de euros, a los que hay que restar la fianza aportada por Urbem, lo que dejaría los costes reales en 11,4 millones. Con ese dinero, explica García, se devolverían los terrenos a su estado inicial y a sus propietarios originales. El Ayuntamiento tendría que recomprar otra vez los terrenos si quisiera realizar equipamientos o dotaciones públicas. Esta posibilidad sería muy costosa en términos económicos, materiales y temporales.
Y la segunda opción es la que prefiere la Asociación de Vecinos. Consistiría en rebajar la cantidad de pisos que habría que construir en todo el sector para que la operación fuera rentable para el promotor-constructor. García Márquez reitera que con hasta 400 viviendas, tal como especifica el informe de la Universitat, sería «rentable y atractiva» para la empresa privada que desarrolle el PAI.
Hasta el momento, la vicealcalcesa y responsable de urbanismo socialista Sandra Gómez no ha cambiado de criterio y plantea seguir adelante con el proyecto presentado por Metrovacesa, según afirma Javier García. Sin embargo, parece que los vecinos han encontrado en el vicealcalde Sergi Campillo (Compromís) un aliado en sus demandas para reducir el impacto del proyecto en el barrio y crear una transición amable de Benimaclet con la huerta protegida.
