La Concejalía de Cultura anuncia nuevas medidas para prevenir el vandalismo en las fallas. Además de ampliar a todo el perímetro el vallado de la Lonja, patrimonio de la Humanidad, la concejalía que dirige Gloria Tello negocia con la de Cultura Festiva, con Pere Fuset al frente, que verbenas especialmente problemáticas como las del entorno del Mercado Central se acoten al interior de las carpas. Ambas concejalías, dijo Tello, se van a coordinar para «acotar el espacio de realización de las verbenas en los espacios establecidos», cuando se trate de entornos próximos a elementos declarados Bienes de Interés Cultural. Así lo avanzó la concejala en la rueda de prensa de presentación de la campaña de concienciación que bajo el lema «Respecta València» ha lanzado para evitar las agresiones al patrimonio el ayuntamiento, que cada año destina a reparar los actos vandálicos, como rotura de esculturas, un presupuesto de 100.00 euros a través del plan de recuperación del patrimonio que se puso en marcha en 2016 y al que se ha destinado un total de 400.000 euros. El monumento de Teodoro Llorente, las esculturas de los Jardines del Real, la maqueta de bronce de la Lonja y la puerta de las Torres de Quart son algunas de las recuperaciones patrimoniales que se han llevado a cabo.
El ayuntamiento además destina cada año 10.000 euros a la limpieza de pintadas y grafitis, según los datos facilitados por Gloria Tello.
Así de cara a las fallas de este año y en aplicación de la Ley de Patrimonio Cultura ha vuelto a notificar a las comisiones falleras que los monumentos, carpas y demás elementos, como váteres portátiles, deben respetar una distancia de ocho metros frontales y cuatro laterales respecto a los monumentos protegidos. Además, Tello explicó que se coordinará con las Concejalías de Protección Ciudadana y de Cultura Festiva para incrementar la vigilancia policial en entornos como la plaza del Mercat, donde también acusa los efectos el vandalismo, el botellón y el incivismo la iglesia de Los Santos Juanes y «les covetes», y La concejala recordó que, a la hora de actuar frente a los actos de vandalismo, hay dos líneas básicas: por un lado, la línea punitiva, que establece multas y sanciones y que, en algunos casos, incluso alcanza la responsabilidad penal (en función de la importancia del bien atacado) y la vía de la concienciación.
Tello admitió que desde el punto de vista punitivo es difícil identificar a los autores de los actos vandálicos, que ahora se comunican directamente a la Fiscalía por ser constitutivos de delito. En todo este tiempo, solo se ha logrado identificar a un grafitero. Para prevenir las agresiones al patrimonio, Cultura tiene prevista la colocación de cámaras de vigilancia en monumentos. El proyecto, anunciado hace dos años y que cuenta con un presupuesto de 500.000 euros, contempla la colocación de 43 cámaras Bien de Interés Cultural y en la actualidad está en fase de contratación.
Ciudadanos lamentó ayer el retraso en la puesta en marcha de la campaña y lamentó que se hable de actos vandálicos cuando se trata de delitos.
