Los responsables de ADU Mediterráneo, la empresa que promueve la construcción de cinco torres con 400 viviendas de lujo en régimen de cooperativa en los terrenos del actual campo de Mestalla, dieron cuenta ayer de los avances en la operación urbanística. Los cooperativistas cuentan ya con el compromiso de compra de 96 futuros propietarios (el 24%), que han adelantado los 30.000 euros necesarios para adquirir el derecho a una de las exclusivas viviendas, diseñadas a la carta, proyectadas en Aragón.

ADU tienen que pagar 400 millones de euros al Valencia CF por el estadio, de los que el 30% será aportado por los coopertivistas y el 70% mediante financiación, en concreto, mediante un crédito hipotecario sobre los terrenos del viejo Mestalla.

Tras la reunión que los responsables de ADU, de la que forman parte las entidades cooperativistas Fecovi y Concovi, mantuvieron esta semana con la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, los representantes de la empresa confiaron en que una vez se firme, el próximo 31 de marzo, el contrato privado de compra-venta del estadio con el Valencia (que seguirá usando el viejo estadio hasta 2022) el ayuntamiento, que exige al club deportivo que retome ya las obras, mueva ficha y desbloquee el proyecto de reparcelación.

La reparcelación de los terrenos del campo, que los cooperativistas confían en que el ayuntamiento apruebe entre abril y junio próximo, es clave para que los cooperativistas y el Valencia puedan firmar la escritura pública de compra-venta en julio.

La propuesta urbanística y el esquema de financiación de ADU, aseguró ayer su presidente, José Luis Santa Isabel,«cumple con las exigencias técnicas y socioeconómicas del ayuntamiento». «Vamos a cumplir los hitos, trámites administrativos y plazos necesarios, sin buscar atajos», destacóel presidente de Convoci, Juan Casares, que recalcó la necesidad del apoyo de la administración local para impulsar un proyecto basado «en la confianza» que desbloqueará una operación urbanística millonaria atascada desde 2009 por la falta de financiación.