El fuerte viento registrado con motivo del temporal «Gloria» en la Comunitat Valenciana ha afectado a «uno de los templos más emblemáticos valencianos», la iglesia de Santa Catalina de València, del siglo XIII, que ha sufrido la rotura de una de sus vidrieras contemporáneas y la inundación de su nave central, según su rector, Francisco Ruiz. La tempestad agudizó «la situación de gran deterioro de esta iglesia», ubicada en el centro, declarada Monumento Nacional y también Bien de Interés Cultural desde 1981, cuya cubierta del tejado recayente a la calle Sombrerería está «podrida», así como los listones de madera que lo soportan, ha añadido. «El vendaval provocó un remolino junto a la iglesia que arrancó de cuajo una de las vidrieras contemporáneas por la que empezó a entrar el agua a chorros», explicó Francisco Ruiz. Ahora, en el ventanal de la vidrirera ha sido colocado un panel provisional «mientras se arregla la vidriera». Asimismo, «algunas luces de las capillas de la iglesia, como las de la Inmaculada, se han fundido porque el agua ha caído por todas las paredes y han quedado en mal estado». Conforme explica el rector de Santa Catalina, «anteriormente dimos a conocer a Patrimonio el estado de conservación del templo, y constataron su deterioro en una visita, pero nos trasladaron la falta de recursos para subsanarlo». Por eso, «desde hace tiempo cuando llueve fuertemente la iglesia se inunda» y «estamos intentando ver de qué manera poder arreglarlo». Actualmente, «hay un grupo de seglares que está tomando mucho interés estudiando a ver de dónde se podría conseguir financiación», según Ruiz que ha añadido que hay que tener en cuenta además todo el edificio en su conjunto «porque necesita mantenimiento con el paso del tiempo».