Mi actividad social tiende a cero. Huyo del modo postureo, me pueden las mamarrachadas y como me voy conociendo con los años, no hace falta que vaya a un terapeuta. Prefiero un circulo de máxima confianza para rajar sin miramientos. Cada día cuesta más conseguir esa libertad, amenazada incluso por charlatanes próximos que usan el altavoz de las redes en vano. Sin embargo por eso a veces me pierdo buenos momentos, como la presentación esta tarde de las actividades del 150 aniversario de Bodegas Baviera, el mítico comercio de la calle Corretgeria. ¿Hay otro comercio en València con tantos años en activo? Suelo comprar vino ahí, además de su trato exquisito, Vicente Gabarda Aparicio es un enólogo sabio. Es un placer dejarse asesorar por él cuando buscas un Monastrell del Pinós o el nuevo Pinot Noir de Hispanosuizas.
A su tienda hay que entrar con tolerancia, la misma que se escucha de sonido de fondo, porque Gabarda es músico y melómano. Creo que sus vinos siempre están en el sabor óptimo porque catan a Bach, Beethoveen, Mozart y Strauss. Su hija Ángeles Gabarda Porras está ahora al frente de este negocio que siempre ha estado en la misma calle, primero en el número 28, en el antiguo palacete del s. XVIII donde está ahora la Escuela de Hostelería y Turismo, y desde 1988 en el 40, muy cerca del gran mural de la paella voladora de Rosita Amores, cada día más fotografiado por los visitantes. ¿Tiene ya una calle Rosita Amores? Por aquellas cosas del capricho, un amigo de la supervedette (dame menta) Joan Monleón se lanzó a la farándula en la misma calle, en la falla Corretgeria-Bany dels Pavesos.
Gran reserva
El negocio fue fundado en 1870 por la familia Baviera, originaria de Villar del Arzobispo, como almacén de nieve de La Serranía para elaborar granizados de limón y dispensar hielo para uso doméstico. Tiene tanta historia el comercio que según consta en los escritos familiares, fue saqueado por las tropas napoleónicas y era muy frecuentado por el cardenal Benlloch, donde tenía un espacio reservado para escribir. Por cierto, Juan Bautista Benlloch i Vives llegó a ser copríncipe de Andorra, como todos los obispos de Urgell. Así que después de los papas Borja, Benlloch es una figura geopolítica de la que se ha escrito poco. Ya con la República, el palacete de Bodegas Baviera fue sede de altos cargos del Gobierno. Historia viva de la ciudad en un comercio que ha resistido la época franquiciada por su adaptación a los tiempos. Dispone además de una colección única de miniaturas de licores y vinos, con marcas de destilerías valencianas desaparecidas. También de carteles de publicidad relacionados con el sector que son una joya.
Enoteca sonora
Los Gabarda ofrecen en su bodega los mejores vinos de producción limitada de cualquier denominación de origen. Aún hay más. Esa afición musical les ha llevado a poseer una antología de instrumentos de época: saxos, clarinetes, oboes, flautas, trompetas, cornetines, tubas, bombardinos, fliscornos, acordeones y violín. Casi todos ellos en perfecto estado de funcionamiento, como dice orgulloso Vicente Gabarda. Los establecimientos históricos van desapareciendo (el último la Pastelería de Santa Catelina) entre lamentaciones. Bodegas Baviera es un oasis en Ciutat Vella al que hay ir para saborear esa memoria urbana que tanto se reivindica y tan poco se practica.
Líndala
Por mi reiterado carácter asocial también me perderé la inauguración del Líndala, el nuevo gastrobar del Cabanyal bautizado con el nombre de una pescadora del pueblo que una leyenda inventada dice que se convirtió en sirena. El típico edificio marítimo ha sido restaurado con gusto y además es un pequeño hotel con habitaciones casual. Otra certeza más de por dónde va el futuro del barrio. El día de San Vicent en La Aldeana ya no había mesa para almorzar a las diez. Les va tan bien que han adquirido el edificio trasero que da a la calle del Progrés para ampliar mesas, y los dos espacios se comunican por la cocina. Al festorro del Líndala el jueves acudirán muchas de esas amigas habituales que aún sueñan con sus años groupies. Estoy convencido de que detrás de instagram están las potentes corporaciones de clínicas de cirugía estética.
